Sálvame

Firmemos

Para no perder la costumbre Meg entra como un torbellino a mi pequeña habitación, ella siempre es tan vivaz es una pequeña luz en mi obscura vida siempre tiene planes nuevos y me invita a acompañarla aunque algunas veces no quiera hacerlo. Nos aventuramos juntas huyendo cada una de sus demonios.

—Sav no te olvides que está noche vamos a salir con Franco—

—¿Tengo que ir? —me tapo la cara con la almohada

—¡Oh! señorita tú irás—arranca la almohada de mi rostro— Disculpa señora—ríe

—No tengo nada que ponerme —esa era una buena excusa bueno de hecho era verdad

—Ya lo sabes, toma lo que quieras de mí ropa, mejor aún...—salió de mi habitación dejando las palabras al aire, regreso al instante con algo en las manos —Esto te quedará perfecto —me mostró un vestido negro demasiado corto para mi gusto.

—No puedo aceptarlo Meg , es nuevo—

—Eso no importa se te verá perfecto , saldremos a divertirnos y si quieres toma unos zapatos de mi armario —se dio la vuelta no sin antes guiñarme un ojo y salir

Franco es el novio en turno de Megan, tiene un club nocturno en el que solo la gente que entra son famosos y millonarios en pocas palabras es un lugar exclusivo, a Meg le encanta divertirse es una buena chica y si no fuera por ella me encerraría todos los días aquí en casa .

Me bañe, me puso mi uniforme de trabajo en el cual me sentía cómoda no era el más bonito era un clásico vestido azul cielo y para mí suerte nada entallado me sentía más cómoda o más bien más segura no enseñando nada de piel. Con el tiempo había aprendido a ocultar mi cuerpo no quería tener sobre mí la mirada de los hombres me sentía incómoda y temerosa de que alguna quisiera tocarme o acercarse de más, la ropa floja me hacía mantener el control.

El trabajo como siempre servir mesas la tarde era el horario donde había más gente eso era excelente para mí había posibilidad de tener más propinas, los habituales clientes estaban aquí, más uno que otro de pasó, sonó la campanilla alguien había entrado llamando mi atención, al levantar la mirada vi a dos chicos realmente guapos poca gente llama mi atención pero ellos crearon una sensación en mí que no logró identificar ese momento,se sentaron en la mesa del fondo como ocultándose y para mí mala suerte era una de mis mesas , tomé dos menús y me acerqué lentamente si de lejos se veían atractivos de cerca eran realmente impactantes impactantes no del tipo facciones perfectas si no Fuertes varonile, me regale mentalmente por tener esos pensamientos pero que buscará alguna relación no quitaba que pudiera admitir cuando un chico era atractivo y ellos eran demasiado para mí bien  <Mantente lejos> grito la voz de mi cabeza y yo lo sabia los hombres por más guapos que fueran siempre traían problemas hasta ahora ninguno me había traído nada bueno hasta mi padre que se supone debía cuidarme y amarme me había lastimado, Meg me decía que era la chica de hielo, si realmente supiera que mi problema era sentir de más pero con el tiempo había aprendido a ocultarme demasiado bien nunca volvería a ser débil, nunca había besado a algún chico por qué me sintiera atraída y menos de hablar pasar la noche con alguien todo eso para mí estaba negado.

Coloque  menú frente a cada uno —Solo tomaremos café y trata de mantener llenas nuestras tazas— su voz era fuerte varonil ,al instante un escalofrío me recorrió el cuerpo, me sentí nerviosa, me aleje   mientras mis piernas temblaban y aún así de espaldas pude sentir su mirada siguiéndome en todo momento, me coloqué detrás de la barra, estaba empezando a ponerme incomoda por suerte solo faltaban treinta minutos para terminar mi turno. Mis manos temblaban cuando les serví el café que hasta derrame un poco sobre la mesa, volví a mi lugar detrás de la barra  sería mejor mantenerme ocupada unos minutos más así que me dedique a secar las tazas con la sensación de sentirme vigilada.