04: « ¡Suegro! »

1.5K 166 14
                                    

04: « ¡Suegro! »

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

04: « ¡Suegro! »

Yo jamás había tenido hermanos mayores pero sabía cómo se sentía, y todo gracias a los hermanos de Vania.

El clan Krouth estaba conformado por seis varones y una mujer, ellos son muy unidos. La primera vez que los conocí, me amenazaron de muerte con hacerme correr por el bosque mientras me cazaban pero ya es una historia antigua, no sé si sigue en pie pero bueno.

—¡Suegro! —grite al verlo en el jardín.

Este me hizo una mala cara por segundos, todo en forma de broma, nos llevábamos bien luego que yo respetará a su hija y no le hiciera daño en ningún momento.

Pero años atrás, cuando pretendía conquistar a su hija, fue un desastre, William Krouth pensaba que yo era un muchacho estúpido —lo cual era realidad—, así que tuve que esforzarme mucho para que Vania aceptara ser mi novia.

Sus padres eran agradables, para mí era también mi familia, y eran del pueblo como los míos, así que ya se conocían un poco. 

—Que sorpresa —me saludo con un golpe en la espalda—. ¿Cómo estás, hijo?

—Muy bien, papá William, muy feliz.

Mis cuñados salieron con algunos adorno y herramientas en brazos mientras avisaban que Vania había salido con su madre, y sus cuñadas.

—¡Justin! —me llamo Bastián—. ¿Ya protegiste tu casa de los payasos?

Rápidamente negué.

—No, no creo que esas cosas se parezcan por aquí.

—¿Por qué? Tal vez solo se están demorando, seguro están afilando los cuchillos —una carcajada salió de sus labios—. Pero igual el mes embrujado ya se termina, y se irán.

—Espero ver uno antes que se vayan —esta vez hablo el mayor de todos, Hank. 

Yo nuevamente volví a negar que llegarían, en este pueblo tan tranquilo, si se aparece uno, causaría un gran pánico, y ahora que lo pienso, parecen una buena presa para los payasos.

—Un buen puñetazo en la cara —el pequeño Thomas, sobrino de Vania.

—¿Y esas palabras? ¿Quién te enseñó a hablar así? —lo regaño su abuelo.

—¡Fue papá! —señaló a Hank. 

—No quiero escuchar esas palabras de nuevo en mi casa —les advirtió y sus hijos se rieron, y yo tampoco pude evitarlo haciendo que nos mirara—. ¿Qué sucede?

—Papá, tú eres más grosero que nosotros ocho juntos.

Todos estábamos de acuerdo con lo que dijo Ethan, la verdad, mi suegro era algo grosero, algunas palabras se le escapaba pero otras veces sucedía unas situaciones donde escucha desde A hasta la Z. 

Dejemos de reírnos cuando papá William lo pidió, él no se molestaba con las cosas que decíamos, a eso se le llamaba sinceridad en la familia. 

—Y seré más grosero cuando maté a uno de esos payasos —aseguró haciendo su voz muy seria, pero luego dibujo una sonrisa.

—Espero no lo mates sin mí —pidió Rick, y entonces me hizo una seña para que me acercara—. Ya basta de historias, ahora tenemos que reparar el piso.

Todavía casi no entendíamos como una roca había podido rodar desde el bosque, anoche hubo lluvia y papá William vivía enfrente de una colina así que era una gran posibilidad que llegara hasta la casa de esa forma.

Siempre me había gustado ayudar así que me había ofrecido cuando llegamos, y más cuando se trataba de la familia. 

—¡Thomas, deja eso, ahora! —le regaño su padre al verlo tomar algunos clavos y el martillo.

—¡¿Por qué?! —cuestionó este mientras se levantaba para correr, que niño más travieso.

—Porque tú madre se volverá loc...

—¡Tiene clavos en la mano! —la voz de Sarah, mujer de Hank, se hizo presente en un grito tan fuerte que nos hizo saltar por la sorpresa—. ¡Hank, se supone que lo debes estar cuidando! 

Y luego todo se convirtió en una caricatura, Hank corría detrás de su hijo para quitarle los clavos mientras él se escondida detrás de las rocas o árboles, en total, habían llegado hacia la colina.

—¡Se van a caer!

Las palabras de Sarah por arte de magia, se cumplieron, pero solo para Hank quien se resbaló por el lodo y se termino rodando un poco. 

Nosotros vimos si estaba mal para ir por él pero al verlo levantarse, simplemente nos empezamos a reír, y Thomas ya había dejando los clavos en su lugar.

—No vuelvas a hacer eso, Thomas —le regaño su madre molesta—. Mira a tu padre, ya sé que luce divertido pero se pudo haber lastimado.

—Lo siento, mamá.

El niño le dibujó la carita de arrepentimiento más triste del mundo y ya la tenía convencida, pero si lo mando nuevamente a la casa, para que no hiciera más destrucción. 

Hank así todo embarrado, se volvió a unir en la conversación, creo que le daba flojera, aunque no tardó mucho esa decisión ya que su mujer le dijo que se bañara.

—Hice limonada caliente, caballeros —aviso Vania, colocando la bandeja sobre la pequeña mesa—. Y si tienen hambre, bueno, ahí sí tienen que esperar, la comida todavía no está lista.

—¿Ni una hamburguesa? —pregunto Ethan a su hermana.

—Nop —contesto ella.

—Que malvadas... —murmuró papá William.

Vania, como escucha todo, giro automáticamente hacia él con una sonrisa llena de humor.

—Hombre, si quieres comida, cocínate tú mismo, y si te da flojera, entonces mejor espera callado.

Los «Uhh» no tardaron en escucharse por parte de los hermanos, les gustaba meter leña al fuego cuando sucedían discusiones de cualquier tipo, aunque también intentaban agregarle humor.

—Pero que hija tan amable tengo —hizo una mueca ante esa respuesta, aún así, se encontraba orgulloso del carácter que tenía Vania.

—¡Lo siento! —dijo ella antes de retirarse con una sonrisa gloriosa.

Papá William palmeo mi espalda, con el significado que me "compadecía". En nuestra relación, normalmente era Vania la agresiva y yo el calmado, pocas veces paranoico.  

Y no pregunten quién lleva los pantalones en casa, por favor...

Y no pregunten quién lleva los pantalones en casa, por favor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Deja un voto y comentario si te gusto.

Muchas gracias. 🎃

Payaso | One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora