EL VECINO DE MI AMIGA

CAPITULO 2- Actúa normal... si es que puedes

CAPITULO 2

Tierra ábrete y trágame, llévame al infierno, expúlsame al espacio, escúpeme en el Sahara, colócame en el núcleo de la tierra, donde sea, pero desaparéceme en este mismo instante. ¡YA! ¡HAZ ALGO CONMIGO!. No puedo girarme de nuevo a la ventana y no puedo cerrarla, Dios que pena por eso tenía esa expresión burlista y el tema del calor y agh... no sé qué hacer. Estoy paralizada viendo con los ojos muy abiertos a Shels quien me mira igual.

Debo recomponerme rápido, esto está yendo mal y aparte el muy maldito se está burlando de mí, esa expresión de burla ahora la entiendo tan bien, creyó que yo era una regalada cualquiera coqueteándole y decidió tratarme como a una.... ¡desgraciado!

Pero es tu culpa idiota... fuiste tú quien se paró en brasier, el pobre chico solo vio lo que tú le dejaste ver. No eres inocente.

¡Cállate conciencia! intento idear algo inteligente no que tú me sermonees y aparte lo hagas ver inocente. No voy a dejar que me vea avergonzada por esto... ¡¿qué hago?!... Dios estas cosas siempre me pasan a mí. Todo lo malo y vergonzoso me persigue... como aquella vez en la que estaba con Ashton en la piscina de su casa y uno de sus insufribles primitos decidió que era buena idea desatar mi traje de baño justo del tirante del cuello provocando que toda su familia me viera los senos. Ashton se molestó tanto cuando uno de sus primos mayores trato de ligar conmigo por la noche, tan lindo cuando estaba celoso y cuidándome... awww... le extraño tanto.

No es tuyo Becca, él te dejo por unos cuantos kilómetros, ¿recuerdas?... ahora no nos compliques más la vida y resuelve el asunto con el caramelito, ¿sí?...

Ok ok... gruñona. Bueno con la frente en alto y como si estuvieras con traje de baño lista para la piscina Becca, tú puedes. Solo actúa... actúa como la mejor modelo de catálogo a la que no le interesa el caramelo de chocolate que es el vecino de Shels. No, mejor no decirle caramelo o me perderé en mi idea inicial. Vamos allá.

- Seguro que eso podría ayudar a quitar el calor pero prefiero mi plan original de ir a la piscina del patio trasero.- Sonrió y me encojo de hombros, no es lo mejor para decir pero no va tan mal.- Cuídate vecino de Shels. Nosotras vamos a darnos un chapuzón.- Le guiño y comienzo a cerrar la ventana de cristal.

- Oye yo puedo unirme si me invitan.- Su sonrisa de superioridad me está causando arcadas.

No mientas, estas babeando como perro frente a un hueso. Consigue un pañuelo. Que vergüenza que nos haces pasar. Tienes que ser idiota de verdad... es la única explicación para tu tarada actitud.

Decido ignorar a mí para nada buena ayudante conciencia y también a Shels que sigue sentanda escondida bajo la ventana riendo y halándome de los pantalones para que me quite ya de la ventana.

- No, podríamos invitarte pero... no queremos, ya sabes... mejor no arruinarnos los planes, el riesgo podría resultar realmente la peor de las lecciones así que mejor no correrlo. Bye.- cierro la ventana y cortinas rápido y me siento en el piso junto a Shels a reír a carcajadas tapándonos la boca para que no nos escuche.

La cara del chico fue un poema, lo baje de su nube donde creía que yo sería la chica que le haría la noche. Idiota. Ni en mil años luz eso pasara, tendría que preguntarle a Ashton todo lo que le costó como para que asuma que ese coqueteo soso por un brasier lo ayudara de alguna manera. Tengo que dejar de evocar a Ashton en mis pensamientos, van cuatro meses desde que terminamos y no sé nada de él aparte de lo que me cuentan su mamá o su hermana cuando las visito para ver cómo va el embarazo de su hermana y...

- ¡Auch!... ¿por qué hiciste eso Shels? - Ese pellizco dolió.

- Te estoy hablando y no me escuchas, seguro estas en el planeta del vecino. ¿Cierto que es sexy? - Shels sube y baja sus cejas y me golpea con el hombro juguetonamente.