PROLOGO

44 4 3
                                    

PROLOGO


El clima está especialmente frío hoy. No importa cuánto me he abrigado, el frío sigue instalado en mi cuerpo como una parte más de este. El frio es realmente incómodo y a ello debo sumar lo raro que me parece que está actuando él, no lo entiendo. Tal vez solo son mis hormonas, estar en mis días me está haciendo alucinar y creer estupideces. Aunque algo muy dentro de mí me dice que debo averiguar, que algo no está bien.

- ¿Quieres ir por un helado, cariño? esa película fue un fiasco.-Eso no se lo discuto.

- Ha sido la peor inversión monetaria de la historia. Ella solo murió, luchó tanto y buscó tantas respuestas para que al final solo no pudiera evitarlo y su alma quedara en el limbo.- Me escuchó tan indignada como estoy.

- Entonces.. ¿Un helado animaría a mi hermosa novia?.- Como no amar a el hombre sexy que le grita al mundo de arpías que nos ven que soy su novia.

- ¡Oh si! y también un beso... eso me haría más que feliz.- Rio colgándome de su cuello.

- Claro.- Agrega, y uné nuestros labios en un beso suave, una presión de al menos un minuto que no se parece a lo que estaba esperando. El beso acaba antes de que pueda siquiera intentar profundizarlo. Me pone de los nervios no saber lo que le pasa.

...

- Vamos, por Dios Bryan. El hombre te odia, quieres quitarle a su tesorito.- Digo con voz infantil apretando las mejillas ya coloradas por el frío, de Shelsey. Bryan es el novio de mi amiga y uno de mis mejores amigos.

- Deja tonta.- Shelsey ríe apartando mis manos.

- Claro que quiero a su tesorito... para siempre.- Bryan abraza a Shels y se ponen algo románticos, hago un sonido exasperado y me apartó en busca de mi propia escena.

- ¡Ahí estás!.- Encuentro a Ashton en el columpio del patio de los Palmer. Me siento en el que está a su lado y le sonrió, porque no hay nada mejor que las sonrisas que me genera. Que la felicidad que me da.

Se pone de pie y comienza a columpiarme suavemente. El frío decembrino está calando en mis huesos, ser tan delgada tiene sus desventajas en estas fechas pero yo soy feliz estando en cualquier lugar donde él esté. Cursi lo sé.

- Estar contigo se siente tan correcto que duele.- Pongo mis pies en el suelo deteniendo el columpio para analizar sus palabras. ¿Que duele?¿por qué nuestra relación habría de doler?.

- Cielo ¿Estás bien? ¿Por qué dices que duele?.- El bate su cabeza a los lados como despejandola de lo que sea que estuviera pensando.

- No me hagas caso cariño... es solo... estar sin tí es difícil.- Ya casi acaba diciembre y él se irá a la universidad.

- Ashton, amor, todo va a estar bien. Nosotros vamos a estar bien como siempre lo hemos estado.- Él asiente con una sonrisa pero no está muy confiado de mis palabras. Me pongo en pie y lo atraigo en un beso profundo alejando sus inseguridades porque siempre vamos a estar.

- Espero que nunca me odies.- Susurra casi imperceptiblemente, después del beso lo que consigue que lo observe con intriga.

- No hay manera en la que consiga odiarte.- Sostengo su rostro entre mis manos observándole fijamente.

- Te amo. Te amo muchísimos Rebecca.- No me importa la preocupación naciente en mi porque sus labios sellándose sobre los míos son todo lo que necesito para saber que estamos bien.

- Lamento interrumpir... mamá ya sirvió la cena y los espera en el comedor.- Me giro al escuchar a la hermana de Shels, Jennifer, quien se encuentra mirando a otro lado.

EL VECINO DE MI AMIGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora