Capítulo 3: Vuelta a la rutina

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Capítulo 3: Vuelta a la rutina

Al fin llegó el miércoles y el reencuentro entre los dos jóvenes era inminente. María llegó temprano y se sentó en un banco en el pasillo junto con sus amigos. Daniel llegó a las 08:27 con el tiempo justo y se fue al banco que estaba en frente de la chica junto con los "populares" de la clase y ni siquiera cruzaron miradas. ¿Qué les pasa a los chicos?

María simplemente tiene miedo de no ser suficiente, de ser una más en caso de lograr conseguir su atención, tiene miedo de hacer el ridículo, tiene miedo de amar sin ser amada. La mente de Daniel estaba simplemente confuso, por qué fijarse más en la empollona de la clase que en cualquier otra chica popular, por qué la nerd no salía de su cabeza.

Su historia había comenzado en primero, cuando tan solo eran unos chicos asustados y temerosos por el instituto. Él estaba sentado delante de María y a menudo el chico se daba la vuelta para hablar con ella. Al principio, María estuvo interesada en Jorge, el chico que se sentaba junto a Daniel, pues ella siempre había sido partidaria de los chicos morenos de ojos claros. Sin embargo, pronto fue Daniel quien ocupaba todos sus pensamientos, eran simplemente sus charlas continuas y sus bromas y flirteos diarios. Ambos chicos sentían algo pero las cosas se complicaron por culpa de los celos, los miedos y las desconfianzas. La mayor parte de la culpa la tuvo María aunque Daniel también cometió varios errores.Pero no se trataba de buscar culpables, los chicos pasaron de hablar a diario a ser una especie de enemigos y las cosas no pararon de complicarse. Pasaron así 1º, 2º y gran parte de 3º de la ESO.

Pero había algo curioso e inusual en el comportamiento de estos extraños protagonistas: a pesar de "odiarse" a muerte, ambos sabían que podían contar el uno con el otro en cualquier situación. Puede que Daniel aprovechara eso para su interés propio, pues le pidió en reiteradas ocasiones los deberes a María y a menudo le preguntaba sus dudas sobre los exámenes. El propósito de Daniel sigue siendo un misterio, nadie sabe si el chico solo se aprovechaba del obvio enamoramiento de la chica o si le pedía cosas para entablar conversación.

Su historia es demasiado rara para poder ser narrada correctamente, el chico es un misterio y es demasiado complicado mientras que María simplemente tiene un cacao mental impresionante... Ojalá esto simplemente pudiese reducirse a una historia con un final claro pero es que con ellos solo había puntos suspensivos o un punto aparte, pero nunca había un final. Tal vez deberían aclarar las cosas pero ambos son iguales de cabezota.

A cuarta hora los chicos tenían física y química y Dani se acercó a María, juntó sus cabezas y... ¡ay! menudo cabezazo que le dio a la pobre. Aquel chico nunca cambiaría, siguió un rato más molestándola hasta que finalmente se cansó y simplemente se fue. María se quedó callada y agachó la cabeza, ella quería su atención, sí, pero no solo por aburrimiento y para molestarla o avergonzarla. Estaba harta pero era incapaz de dejarlo ir, era capaz de seguir aguantando sus malos tratos y gestos de desprecio. Ojalá estuviesen de vuelta en primero, ojalá María hubiese actuado de otra forma en aquel momento, ojalá los sentimientos del chico no hayan cambiado desde aquel entonces...

Pero si hay algo que María está a punto de descubrir es que nada es para siempre, que la gente cambia así como también cambian sus sentimientos... ¿o no? ¿pueden ser buenos los cambios o su historia tiene ya un final que ninguno de ellos espera?

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Sé que los capítulos no son muy largos y que casi nadie lo lee, pero me gustaría que comentasen qué les parece y que, si la historia es de su agrado, por favor la compartan. Buenos días/tardes/noches a todos. Espero que les vaya bien.

-M

Aprendiendo a no quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora