Black Cat. S. E.

Capítulo # 1 Nuevos Amigos.

Desperté por el intenso sonido del metal, Angel in disgrace, era lo que sonaba en la planta baja de la casa. Amaba despertar con música, pero no este tipo que tanto le encantaba a uno de mis amigos, Nicon Gray, un chico educado, respetuoso, orgulloso en varios aspectos, un poco controlador y pesado en algunos momentos, misterioso, amigable, una persona muy difícil de conocer; pues él solo se abre de forma sentimental a las personas más cercanas, logre conocerlo hace ya más de nueve años cuando sus padres se mudaron al lado de mi casa, bueno la de mis padres y desde ahí somos mejores amigos, un excelente compañero de casa a excepción por el metal que sonaba casi todas las mañanas para despertarme, me senté en la cama por unos minutos mirando a ningún lado en específico mi vista viajaba por la habitación, la música bajo de volumen, y gritos de Amber se escucharon, protestaba que deseaba dormir un poco más, mire el reloj de la pared eran las 5: 15 de la mañana -¿y a mi amigo se le ocurrió despertarnos de esta manera? Oh si me olvidaba lo consiente que era.- Amber Pretta, la conocía de casi toda una vida ya que su mamá y la mía eran amigas desde antes de tenernos, ella es una chica con mucho carácter, morena clara, pelo castaño, ojos miel muy grandes que transmiten inocencia, una completa mentira sin duda alguna, ella es de todo menos inocente, una chica ambiciosa, inteligente y un poco brusca, le gritaba a Nicon por despertarla con la torturadora música. Decidí salir de la cama, pero en el proceso caí al suelo con un sonido seco, no sé cómo mis pies se habían enredado entre las cobijas, era tan torpe, minutos después alguien entro a la habitación yo seguía en el suelo con un poco de ardor en las rodillas y sin moverme, pues seguía con sueño y sin las ganas de levantarme.

Te quedaras ahí besando el suelo o vas a mover tu trasero. - Era Amber no tenía que voltear, conocía su voz muy bien, era burlesca.

Solo di un gruñido de queja en forma de respuesta. La puerta volvió a abrir, seguro era Nicon, ¿Quién más sería? era el único habitante que faltaba en estar en mi habitación, que también se sumaría a burlarse, así que comencé a levantarme.

¿Cuantas veces te has caído de la cama esta semana?- pregunto tendiéndome su mano, por lo menos alguien era educado en esta casa.

Por tu culpa, tres... Si no pusieras el metal a alto volumen estoy segura que despertaría sin accidentes. - Una pequeña sonrisa se forma en la cara de Nicon y Amber comenzaba a reír, les hecho una mirada fulminante a cada uno.

Luego de varias burlas y reclamos por mi parte, al fin me dejan sola, cierro la puerta con contra llave solo para asegurarme que estaré en paz durante mi ducha, pongo un álbum de The Neighbourhood, I love You, era uno de mis favoritos, y luego camino hacía el baño.

***

Al terminar de cambiarme, bajo directo a la cocina, me sorprende el hecho de que mis dos compañeros de casa estén teniendo un desayuno sin peleas o roses. Así que camino hacia la nevera en busca de la manzana verde, que metí ayer después de hacer las compras de la comida para todos nosotros.

Cathryn. - me volteo al escuchar mi nombre salir de la boca de Amber. Era en un tono compasivo.

Por favor, díganme que no se pelearon de nuevo o que tus primas vienen de visita. - Las primas de Amber eran insoportables, Nicon y yo salíamos de casa cuando ellas pisaban la acera, podíamos soportar a Amber, pero a 3 chicas igual o peor que ella era un martirio liderar con peleas, gritos, chillidos y hasta bromas dolorosas. Por otra parte no era un misterio que Nicon y Amber no se llevarán tan bien, sus caracteres eran chocantes o tal vez era el amor y odio que se tenían.

¿Porque siempre crees que Nicon y yo peleamos? -habla con tono de indignación.

Será porque siempre estas gritándome! -Exclama más que obvio mi querido amigo.