Ella Y Su Hermosa Depresion

Capitulo 2

Tocaron la campana que anunciaba que mi tortura diara habia terminado, me dispongo a ir a casa pero si hubiera sabido lo que me encontraría al llegar, nunca me habría ido del instituto.

Cuando llegue me encontré con algo que no esperaba, vi que la casa donde vivía mi abuela y yo estaba rodeada con una cinta amarilla que decia no pasar, mire haciaalrededor vi una ambulancia, pero aún no me daba cuenta de lo que estaba sucediendo, me acerque corriendo y pase la cinta amarilla cuando senti que alguien me agarro del brazo.

-Señorita, no puede pasar. - dijo aún sosteniendo mi brazo.

-Yo vivo aquí. - dije y me soltó el brazo.

Entre a la casa y vi que estaban subiendo una bolsa a una camilla, aún estaba en shock no entendía lo que pasaba, me acerque a un policía y le pregunté.

-¿Qué está pasando? ¿Dónde está mi abuela? - dije.

-¿Tu abuela es la señora Rose? - dijo él.

-Si, es ella. - dije y sentía como los ojos se me cristalizaban.

-Lo siento mucho, la señora Rose acaba de fallecer de un paro cardiaco.

-¡¿Qué?! ¡NO!, por favor digame que es mentira. - de un momento a otro me senti mareada y sentía que todo a mi alrededor se estaba poniendo negro.

Cuando abrí los ojos me encontraba en un cuarto y pensé gracias Dios todo fue un sueño, después de 5 segundos de estar agradecida con Dios me puse a mirar detalladamente el cuarto donde me encontraba y me di cuenta que estaba en el cuarto de un.....¡Hospital! ¡Estoy en un Hospital! ¿Qué hago aqui? ¿Qué está pasando?.

Senti que se abría la puerta del cuarto donde me encontraba, vi que entro una señora de aproximadamente 38 años de edad, su cabello era de un color negro, sus ojos color avellana, no era tan alta, estaba vestida con una bata y un estetoscopio colgaba de su cuello.

-¿Mariam White? - preguntó.

-Si, soy yo ¿qué esta pasando? no entiendo nada de esto. - le digo mirando sus ojos.

-Ella suspiro y dijo - Tuviste un desmayo.

-¿Y dónde esta mi abuela? - digo aunque ya sabía la respuesta.

-Lo siento mucho, ella fallecio hace una semana. - dijo con una voz de lastima.

-¡Una semana! ¡¿Qué?! ¿Llevo inconsciente una semana? - pregunto gritando.