El chico tabú y la Chica Demonio.

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El Chico tabú y la Chica Demonio.

Solo y roto en una esquina llora el corazón del niño tabú, ¿Dónde estará la respuesta? Ese sueño esos sentimientos aunque pasen millones de años no desaparecerán de su alma.

Ese sonido que produce el silencio, ese cielo que parece tan cercano, la puerta de lo desconocido se abría ante la niña demonio "¿Qué es este sentimiento?" Corre, antes de que la puerta se cierre, este mundo está fuera de quisio.

Los dos fueron castigados desde antes de su nacimiento, fue más de lo que merecían, aunque esto es otra historia. El futuro, ¿una visión? Una ilusión, Es turno del tiempo, él contará las verdades de esta historia sin sentido, una historia que nunca existió, por eso dejaré que la razón se ocupe de los detalles.

"Hola, ¿Cómo te llamas?" Decía ella.

"No lo sé" Respondía él. "Y tú? ¿Cómo te llamas?.

"Tampoco lo sé" Se reía "Somos iguales"

"Porque estas aquí?" El chico miró por primera vez a la chica a través de la rejas.

"Porque me tienen miedo"

Ambos reían y hablaban de sus sueños. Finalmente cayeron rendidos a los brazos de Morfeo.

Despertaron en un paisaje propio de un sueño, el césped era suave y vastante alto, de él brotaban unas pequeñas luces azules, la luna y las estrellas iluminaban el lago que se encontraba más allá, también se podían observar algunos animales.

El chico tomó a la chica de la mano y caminó sin un destino en concreto, las estrellas fugaces aparecían con frecuencia, pero, ¿Es este cielo de verdad? ¿O esos eran los pedazos de un mundo vuelto loco que se despegaban?

Ya se empezaban a ver los primeros rayos de luz, el sol estaba a punto de salir. El chico intentó decirle algo a la chica, pero su voz era cortada, la chica intentó hablar con él, pero sucedía lo mismo. Ambos sonrieron.

Aún en la fría noche podían sentir la calidez de sus manos, y mientras los rayos del sol iban cubriendo el paisaje sus cuerpos se desvanecía. En aquellas dos celdas, los chicos tabú fueron absorbidos por el amanecer y sus cuerpos fueron convertidos en un par de luces que al fin vivirían en libertad.

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