Capitulo III: Traumas e inseguridades.

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Abrieron la puerta y del otro lado no les sorprendió nada ver a Sara que tenía su típica sonrisa amable, traía consigo una bolsa de regalo. —Buenas tardes, ¿ya está el bebé aquí?

Shelby asintió dejándola pasar a la sala. —Acaba de quedarse dormida.

—Oh, es una lástima le traje algunas papillas, las favoritas de Tony cuando era bebé. — la mujer les extendió la bolsa donde venía eso y unas calcetas rosas con un pato blanco —¿puedo verla?

Judy fue a la cocina a acomodar los productos en las repisas, ahora sabía que podía darle de cenar a su nieta en quien pensó por un momento porque tenía los grandes y marrones ojos de su esposo.

Sara y Shelby subieron hasta la habitación de la menor que estaba a la izquierda en el fondo justo en medio de otras dos habitaciones, la señora Corcoran abrió la puerta rosa pastel con el mayor cuidado, sin hacer ruido y casi sin respirar ambas pasaron. Para su fortuna a pesar de que Rachel se creyera un adulto tenía el sueño pesado, estaba recostada boca arriba con sus manos hechas puño y los labios ligeramente abiertos. Como la cuna estaba hecha para bebés de Azallam que eran básicamente gigantes, niñas de 185 a 195 y niños de 200 a 220... la castaña se veía diminuta ahí acostada y su melodiosa y suave respiración hizo que Shelby quisiera comérsela a besos.

—Oh por Dios Shelby.. — susurro la pelirroja, Sara, poniendo su mano en sus labios —es tan pequeña y bonita,— alago —es idéntica a ti.

—Gracias y si, es algo pequeña su padre lo era. — respondió sacando su celular para tomar una foto de su hija

—Mi hermano acaba de pedir una incubadora, él y su esposo quieren un bebé pero tienen espera de dos años. — platico la vecina viendo maravillada a la menor —¿crees que podríamos visitarte algún día?

Shelby lo medito un instante, su hija apenas se estaba acomodando al cambio y no quería incomodarla demasiado pronto, además era su bebé quería disfrutarla un poco más a solas.

—Ellos son muy buenos, puede ser cuando tú quieras.

—¿En dos semanas te parece?

—Perfecto.

Salieron silenciosamente y bajaron hasta la sala donde Judy se había acomodado en el sillón pequeño a ver una de sus novelas. Sara miro de reojo a la castaña mayor más que nada el área del pecho.

—No pensé que tuvieras un bebé, — exclamo la pelirroja —no parece que estés lactando.

La señora Corcoran se sonrojo. —Oh no, no.. Rachel solo toma leche preparada.

—Entiendo es que a Tony le di pecho hasta los 18 años, — informo la vecina viendo su reloj —hablando de mi niño su padre debe traerlo de regreso hace mucho que se fueron al parque. En fin un encanto tu bebé, nos vemos en dos semanas.

La mujer salió casi corriendo, dejando a Shelby pensativa mientras acompañaba a su madre viendo la televisión. Pasaron como dos horas antes de escuchar un suspiro en el parlante avisando que la menor comenzaba a despertar y antes de que la madre en cuestión se levantara la abuela ya estaba en las escaleras.

—¡Es mía! — grito intentando alcanzar a su madre

—¡Llegare primero!

En efecto Judy fue la primera en abrir la puerta observando su nieta sentada frotándose los ojos, sonrió de oreja a oreja por lo adorable que se veía su cabello ligeramente despeinado y su bostezo pos-siesta.

—¿Cómo dormiste, cariñito? — hablo la rubia bajando las barras de la cuna para tomar a su nieta de las axilas y subirla hasta su cadera —¿Todo bien?

Azallam (ABDL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora