Capitulo XVI: Hay cosas que solo mamá puede hacer.

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Llevaban cinco días viviendo en Azallam y la verdad la escuela no había ido tan mal, en poco tiempo las tres ex-porristas habían agarrado fama, popularidad y respeto en la escuela sin mencionar que estaban a nada de hacer pruebas para porristas. A decir verdad lo estaban disfrutando bastante.

En ese momento llegaban a casa, Shelby les había dado una carro a las tres, les encanto pues era un Ferrari Enzo de color rojo, bajaron abriendo la casa con su copia de llaves.

—¡Rachel! — la señora Corcoran gritaba saliendo del baño —¡Te verás hermosa, corazón!

La menor que iba huyendo solo en pañal por la alfombra de la sala gateando a lo más que podía fue capturada y traicionada por Brittany que revelo su lugar de encuentro. La mayor rápidamente la tomo en brazos rebotándola en su cadera y dándole un prolongado beso en la mejilla.

—Ya está la comida, — expreso contenta la mujer castaña porque le fascinaba cocinar y Rachel siendo un bebé en verdad no había mucho que pudiese comer, las adolescentes amaban su comida —hice pollo con salsa y papa.

—¿Comerá con nosotras? — pregunto Santana que hacia su camino a la cocina, en realidad las tres ya le habían cogido cariño a la mujer.

—Por supuesto, solo déjenme cambio a esta pequeña para su primer día de brujas y me vengo.

...

Las chicas se encontraban comiendo y charlando animadamente sobre las actividades de la escuela o cualquier chico que intento tener un intento de ligue con ellas hasta que vieron pasar a Shelby con la infante en los brazos pasando el umbral de la puerta.

—Oh por Dios. — exclamo Brittany y su novia volteo hacia atrás encontrándose con lo que sus dos amigas veían

—¿Oh porque el bebé se esconde? — comento la latina —Te ves muy linda, pulga.

Quinn que no había hablado, se paró de su lugar para pedirle a la señora Corcoran pasarle a la menor quien no tuvo problemas porque necesita servirse y partir algunas papas para su hija. La oji-avellana subió alto a la pequeña con sus brazos enternecida por la imagen.

Rachel llevaba un entero de ratón, orejas grandes y cola todo de un gris claro, en su rostro llevaba maquillada una bola negra en la punta de la nariz y unos bigotes en las mejillas. Cualquiera que la viera se derretía de ternura.

—¿Quién es el ratoncito más bonito? — arrullo la rubia meciéndola de lado a lado —Oh si, tú, tú eres el bebé ratón más bonito.

A ese punto el instinto maternal de Quinn había rebasado todo, nunca imagino que tener un bebé cerca pudiese afectarle tanto, incluso si en este caso era su amiga menor dotada con inteligencia que conoció hace años. La menor río sonrojada y complacida por los mimos que recibía porque pronto tenia a las otras dos ex-porristas a su alrededor intentando cargarla.

—Bueno, todas podrán cargarla hasta que terminen de comer, — explico la mujer morena tomando a su hija en brazos para colocarla en su silla alta y ajustando el soporte —además este bebé también tiene que comer.

Las tres adolescentes no se quejaron y volvieron a comer, la mayor dio un bocado a su platillo antes de ayudar a la infante con el suyo. Tomo la cuchara de plástico con coches de diferentes colores cogiendo una papa bien partida para dársela en la boca.

La menor comió tranquila aun recibiendo mirada de ternura de sus acompañantes, satisfecha y un poco aburrida porque su madre y sus amigas seguían platicando sobre escuela y moda comenzó a balancear sus piernas inquieta.

Azallam (ABDL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora