Capitulo 4

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Mi vida se basaba en un sin fin de situaciones, una de ellas era las tantas mentiras y ocasiones en las cuales yo le contaba las cosas a las personas y ellas solamente estaban así esperando cosas que les convienen y después las utilizaban en mi contra. 

Solamente para hablar de algo o tener algún tipo de conversación destructora hacía mi.

Y con la muerte de mi madre agregada fue lo que me hizo darme cuenta de una cosa.


Quería probar droga.


Tengo la necesidad de consumirla y saber que se siente ser ese tipo de chavo que va sonriendo le a todos.

Pero hay una persona, una sola persona que me impediría consumirla, y es Miriam.

Mi ahora novia.

Lo sé, fue algo rápido e inesperado, pero desde la primera vez que nos besamos tuvimos sexo, fue la primera vez que yo tuve con alguien y fue asombrosa. Fue con mi mejor amiga, lo se pero fue una primera vez tan linda que juraría que jamas me quisiera despegar de ella.






—¿Que quieres probar que?

—Droga...

Mierda sabia que esto era una increíblemente mala idea

—Excelente, pensé que jamás lo harías —Me quedo estupefacto, nunca me imagine que ella actuaría de esa manera. 

Se acerca a su mochila mostrándome un cuerpo realmente atractivo, con esas piernas delgadas y un lindo trasero.  No tan voluptuoso pero si era lindo.

Aun lo es..

—Ten— Me extiende un churro de marihuana

—Wow nena, jamás pensé que tu consumieras esto.

—Lo hago desde que tengo memoria

—¿Desde los 4 años?— ríe muy fuerte y me mira

—No tontín, me refiero memoria de adolescente, supongo que desde los 12 o 13 años.

—Jamás me lo dijiste

Se sienta a horcajadas mías en la habitación y ella trae consigo otro churro de marihuana y lo inhala.

—Por que eres ese típico niño de papi que nunca rompe las reglas, mierda esto se siente increíble.

Río un poco.

—Tengo miedo ¿Y si me muero?— Ella inhala una vez más

—Solo hazlo, y tendremos el mejor sexo de la vida —Lo último lo dice en susurro.

¿Por que no? ¿Tendré recompensa no?

A la mierda el miedo.

E inhale, se sentía raro. Al principio sentí un picor inexplicable atragantan dome con las ligeras especias de la marihuana. 

Pero conforme mas lo consumía, mas me acostumbraba. Y a los pocos minutos la cabeza me empezó a dar vueltas.

No estábamos divirtiendo tan bien, hicimos sexo duro e inexplicable.

La besaba, me besaba.

Nos tocábamos sin parar y puedo jurar que yo si siento que es amor.


Hasta que tocaron la puerta de mi casa.

Una Alma y un Diego estaban por fuera de mi casa con una sonrisa.

La sonrisa de Alma desapareció por completo cuando Miriam se puso detrás mio y yo sin camiseta.

Reí, me importaba una mierda. 

—Desnudos, vaya.— Dice ella

—Eres observadora tontita —Dice Miriam y yo hago una mueca de lado

—¿Que necesitan? Estoy algo ocupado y si no es algo importante les pido que se retiren.

—Fue tu idea venir aquí— reprocha diego—¿No recuerdas que puto día es hoy? Tu idea era venir a festejarlo a tu casa, dijiste que tenías unas sorpresa.

—Nop — Río y Miriam también comienza a reír.

—Nopppppppppp— Dice Miriam remarcando demasiado la ''P''

—¿Te parece divertido?— Reprocha Alma —Estas drogado guillermo por dios

—Eres observadora por dos— vuelve a decir Miriam pero esta vez si sonrió

—Ya Alma ¿Que mierdas quieres?

Una lagrima baja por su mejilla y golpea la mía de inmediato.

Siento como la adrenalina de el enojo y el dolor sube por mis cuerpo y me lleno de un intenso calor que me hace reaccionar sin pensar.

Le devuelvo la bofetada.

—¡No eres nadie para pegarme niña pendeja! ¿Acaso ya te sientes con el poder de reclamarme algo? por dios, no eres nada ni nadie.

Solamente la miraba tocándose su mejilla, se veía tan estúpida.

Hasta que una lagrima bajo por esta.

—Vayámonos de aquí— Dice Diego— Aun no puedo creer que hayas llegado a tanto Guillermo

Alma simplemente me mira y yo la observo.

Me da un vuelco en el corazón.

Y ella se va corriendo.

—¡Espera! —Le grita Diego

Reímos Miriam y yo.

—Si ve por tu putita— recalca Miriam

Yo solamente sonrío, no se ni por que lo hago.

—Gracias por tu excelente regalo de cumpleaños a tu mejor amiga Guillermo. Ten una linda tarde. Y Miriam, digamos que la puta que se le ofrece a otros es otra, simplemente mírate.

Intento tomarlo de la camisa pero es mas rápido y se retira corriendo.

Era su cumpleaños... 

Su cumpleaños... mierda.

Mis ganas de ir al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora