Capítulo 5

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Al día siguiente desperté de lo más feliz del mundo. 

Miriam y yo cumplíamos ya 3 años de novios.

Sí, se que me pase en golpear a Alma el día de ayer, ya que era su cumpleaños y todo, pero sinceramente no me tiene con mucho cuidado eso, ella y yo no hablamos demasiado que digamos y pues es algo que no me importa tanto como para no dormir. Le pedí disculpas y me ignoro por WathsApp entonces ya no supe ni que hacer.

Ya es decisión de ella.

¿Ya dije que cumplí 3 años de relación con Miriam?

¡Sí! estoy tan feliz, tan contento de tener una mujer como ella a mi lado, a Miriam mi primo Carlos le vendía la droga, y día tras día Miriam y yo la consumíamos y cada día, cada noche ella y yo teníamos sexo.

Un sexo tan exuberante y tan caliente que puedo jurar que por eso y muchas cosas más me tenía literalmente a sus pies.

Tenía ya 16 llamadas de Diego pero las ignoré, no es algo que realmente me importe.

Le preparé una cena romántica a Miriam, velas a los costados, y unas rosas con un regalo de un pantalón de esos de los que a ella les gusta. Entré a la casa de mi primo Carlos por un poco de más de marihuana y empiezo a escuchar gemidos.

Gemidos realmente fuertes y exagerados.

Corro lo más rápido posible al lugar, no puedo creerlo.

—Mmmm...

—¿Así? ¿Así te gusta?

—¡Mierda Diego sigue!

Me paro en seco admirando la escena saca de cualquier película pornográfica viendo al amor de mi vida teniendo relaciones con mi primo.

—Diego...—susurré

Pararon al momento y mis ojos parecían cascadas de tantas lagrimas que salían, una tras otra.

—¡Memo! No es lo que tu crees —Miriam toma una sabana, la enrolla y se acerca a mi. —Memo por favor discúlpame, estoy un poco tomada y..

—Sóplame

—¿Que?

—¡SÓPLAME MALDITA SEA! SI ESTAS TOMADA DEBES TENER OLOR A ALCOHOL.

Me sopla tan lento que siento que mi mundo se derrumba. Las lagrimas siguen fluyendo inundando mis mejillas y manchando toda mi camisa.

No estaba ebria.

No estaba drogada.

Me engaño.

—Se acabo Miriam..

—¡MEMO! GUILLE ESPERA—Toma mi mano y la suelto rápidamente.

Corro hacia afuera, y ya demasiado lejos empiezo a parar.

Corro tan lejos posible que me encontraba con Carlos en un bar a los pocos minutos drogándome y sonriendo como un loco.

Viendo mujeres ofrecerse a su antojo.

Quería olvidar todo, quería olvidar cualquier cosa.

—Ya fumaste mucho, no es para tanto

—Solo es tabaco, no me estoy drogando

Pone los ojos en blanco

—Cualquier tipo de consumo es droga

—¿De que mierda te quejas si tu fuiste el que le diste la droga a Miriam, Carlos?

—Yo solamente se la vendo, pero yo no la consumo, yo solo fumo, es todo.

—Bien.

—¿Enserio estas bien?

Sonrió y me quedo mirando sus ojos. 

Los recuerdos vienen a mi mente como un flashback, y recuerdo cada momento a su lado, cada vez que teníamos sexo, cada vez que nos besábamos, que bailábamos, la forma en la que hablaba.

—Hoy le iba a pedir matrimonio...




:)

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2016 ⏰

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