Capítulo 30.

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Estar enamorada es poder ser uno mismo sin miedo a ser juzgada por la persona que amas. Estábamos con Daniel llegando al cine, acababan de estrenar una nueva película y ambos estábamos ansiosos de poder verla.

Sentía la mirada de todo el mundo, no me gustaba sentirme así. Me sentía intimidada. La mano de Daniel sostiene a la mía con fuerza, dándome apoyo.

No existían palabras que pudieran definir lo que siento por Daniel, era algo indescriptible.

-Bonita -murmura Daniel en mi oído y agarra mi brazo con cuidado para darme vuelta y quedarme mirándolo- No te preocupes por los demás.

-Todos me miran.

-Es por que eres hermosa. Tan hermosa que es imposible asimilarlo.

-No es verdad Daniel. Ambos sabemos que me miran por que estoy calva.

-No te preocupes por los demás -murmura de nuevo y agarra mis manos- Solo estamos tu y yo. ¿De acuerdo?.

Luego de unos segundos asiento y Daniel me sonríe para luego pasar su brazo izquierdo sobre mis hombros.

Caminamos directo a la sala de cine número 7, ya que antes habíamos comprado las entradas por Internet; nos acomodamos en nuestras butacas una vez que estamos dentro y en cosa de minutos la película comienza.

La verdad no se cuanto tiempo habrá pasado cuando el sueño me comienza a vencer, mis parpados cada vez se van cerrando más. Me apoyo en el hombro de Daniel y en cosa de segundos caigo dormida.

-Bonita. -escucho un susurro en mi oído.

-Daniel. -murmuro con la voz algo ronca-

-Ya termino la película -dice y me sonríe una vez que me siento para poder verlo a la cara-

-¿Como estuvo? -le pregunto y el suelta una risita-

-La verdad estuvo muy buena, te la perdiste.

Rio levemente debido al sueño y me doy cuenta de que somos casi los últimos en la sala.

-Creo que debemos irnos -le digo y el asiente-

Salimos del cine y cuando nos encontramos en el auto veo como unos chicos se ríen en el auto de al frente, mirándonos.

Ruego por que Daniel no se de cuenta y al parecer mis peticiones son escuchadas, ya que simplemente pone el auto en marcha hacia su casa.

-¿Ya llegaron los tórtolos? -escucho la voz de Logan unos segundos antes de que abra la puerta.

Los chicos al verme se quedan totalmente callados, hasta que Matt rompe el silencio.

-Te ves muy linda.

Mis ojos se llenan de lagrimas y me acerco rápidamente a Matt y me envuelve en sus brazos.

Una vez que nos separamos le dedico una sonrisa  y subo al cuarto de Daniel, me recuesto en su cama debido a lo cansada que estoy.

Unos golpes en la puerta interrumpen mis pensamientos.

-Pasa.

Veo a Logan y a Caleb entrar.

-¿Ocurre algo? -les pregunto y me siento en la cama, dándoles espacio.

-Lamento no haber dicho nada -comienza Logan-

-Ambos lo lamentamos -corrige Caleb-

-No se preocupen, no es una obligación.

-Lo se, es que tan solo me sorprendió. -dice Caleb-

-¡Nos! -corrige Logan esta vez- Estabas con cabello esta mañana, pero ahora ya no. Solo fue un momento.

-Chicos.. -trato de callarlos, pero Logan me interrumpe-

-Te ves preciosa. 

-Con o sin cabello. -completa Caleb-

Una sonrisa salio de mis labios, aun sabiendo que no lo decían en verdad.

-¿Todo bien? -pregunta Caleb-

-Todo bien -sonrío y chocamos puños entre los 3.

-Te dejamos descansar -dice Logan y se acerca a besarme la frente- Te ves agotada.

Asiento y ellos salen de la habitación.

Suelto un suspiro y me recuesto nuevamente, cierro los ojos tratando de quedar nuevamente dormida.

Y luego de unos minutos lo logro.



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