CAPITULO 5 "DOLORES AJENOS"

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He resucitado en este día de muerto jajaja. Ok.No. Pero no había trabajo y me di un día libre para subir actualización. Así que... a leer!

POV Hyung Jun


Han pasado 7 meses desde que ese horrible incidente ocurrió en casa. Siete meses en los que he intentado con todas mis fuerzas mejorar y en realidad ha habido un gran progreso. Uno de ellos es que no presento un grado alto de agorafobia, puedo estar entre multitudes sin tener ataques de pánico, temiendo que ellos llegaran a tocarme, además ahora podía soportar que Adeline me tocara, lo que según Joshua es un gran avance.

Desde que eso pasó hace 4 meses decidí tomar la decisión de volver a estudiar, no es que antes no lo hiciera. Eli contrato a algunos tutores para que comenzara con la incursión en la farmacología pero eso no era lo que quería o al menos no al principio. Actualmente estoy asistiendo a la misma universidad donde paradójicamente estudió mi padre. Conocí a varios profesores que antes le enseñaron a él y eso me ha ayudado a conocerlo mejor.

Alezandro es el encargado de llevarme y traerme en caso de que exista algún contratiempo, todo esto fue una condición que Eli obviamente impuso y que no me molestó, no es como si pudiera caminar por la ciudad tranquilamente y tomar el metro.

-¿Cómo van tus clases Jun? –estábamos en el estudio de Eli, él se encontraba recostado en su sofá revisando varios papeles, seguramente de la empresa de su padre.

Los padres de Eli se encuentran en el negocio de la tecnología. Eli es el encargado de construir una sucursal de la empresa en Londres y será el que la dirija. Como se encuentra administrando ese proyecto y asistiendo a la universidad la mayor parte del tiempo luce cansado, justo como ahora, su cabello despeinado y unas ligeras ojeras se notan en su rostro. A pesar de eso siempre tiene tiempo para conversar conmigo y es algo que agradezco aunque suene un poco egoísta. Por eso decidí que no quiero traerle más preocupaciones.

-tengo buenas noticias. –sonreí intentando tranquilizarme y rogar porque esto saliera bien. -¡Alezandro! –grité asomando mi cabeza por la puerta. A los pocos minutos él apareció algo agitado, seguramente por correr.

-¿Ocurrió algo? –miró a todas partes.

-eso quisiera saber yo. –Eli dejó sus papeles y concentró su atención en mí.

-no pasa nada... malo. –sonreí acercándome a Alezandro. –Abrazame.

-¿qué? –dijeron ambos.

-Solo hazlo. Vamos. –Alezandro miró a Eli primero, después de que el asintiera, Alezandro dubitativamente se aproximó invadiendo mi espacio persona y pasando sus brazos por mi espalda. Me tense un poco pero logré que nadie se percatara. Observe a Eli que nos miraba asombrado. Me aleje rápidamente manteniendo mi sonrisa.

-eso era todo Alezandro. Puedes retirate.

-Sí... seguro. –el no parecía comprender lo ocurrido. Camino moviendo la cabeza y susurrando algo que no logré distinguir antes de cerrar la puerta.

-lo viste. Estoy progresando. Muy pronto podré ser alguien normal y salir sin que te preocupes tanto porque algo me ocurra, así podrás ocuparte de tu trabajo y la universidad a tiempo completo. No es genial.

-vaya. No sabía que te molestaba tanto mis cuidados. Disculpame si te estaba atosigando. –dijo Eli dolido.

-no... no es eso. –me acerqué a él abrazándolo. –es solo que... no soy un niño... no quiero...

De Libros a SEXO: Entre el Amor y el OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora