POV HyungJun
-¿Vendrá Eli? –pregunto sentándome frente a Augusto, observando como prepara la cena. Siempre es fascinante ver como corta, tritura y mezcla ingredientes, especialmente para mí que no soy nada bueno en ello.
-claro que vendrá. –responde confiado vertiendo una mezcla blanca en la sartén.
-Augusto...
-ocurre algo joven. –él se detiene y me mira algo preocupado.
-cree... cree que... estoy...
-buenas noches. –la voz de Eli suena en la cocina. Me levanto rápidamente y cuando voy a abrazarlo me detengo. Es cierto. Yo no debo hacer este tipo de cosas.
-hola. –simplemente le saludo levantando mi mano.
-Jun... ¿Te encuentras bien? –luce algo confundido.
-sí... solo... un mal día en la facultad. –miento.
-¿Qué ocurrió?
-no es nada importante. ¡Augusto está haciendo lasaña! –exclamo intentando desviar el tema.
-eso es bueno... iré a cambiarme. –dice algo dudoso. –tu no deberías ducharte. –me mira inquisitivamente.
-Eh! –miro mi ropa y veo que está algo manchada con restos de salsa de carne y creo que quizá mi rostro esté igual cuando recuerdo haber pedido la cuchara para lamer los restos de cubierta de chocolate del postre. –sí... quizá deba.
Eli sale de la cocina y yo le sigo. Observo su espalda y tengo el insano impulso de saltar sobre él y abrazarlo. Entramos en la habitación y Eli comienza a quitarse su traje, cuando veo la camisa dejar su torso me sonrojo y desvío la mirada.
-eh... yo... voy a... -dijo mirando de un lado a otro.
-¿Ducharte? –Eli me dice sonriendo. Cuando le veo inmediatamente sonrío.
-sí eso. –voy al cuarto de baño y cuando voy a cerrar la puerta noto el tatuaje que tiene Eli en la espalda y baja hasta llegar a su muslo.
-¿Qué rayos está pasándome? –me pregunto mirando mi reflejo en el espejo que esta frente al lavamanos. Me quito la ropa y la dejo en el cesto. Camino hasta la ducha y regulo el agua hasta que esta tibia. Me ducho rápidamente, al salir el espejo se encuentra empañado por la temperatura del agua. Paso mi mano por la superficie y veo mi reflejo.
Lo detesto.
Odio verme. Las cicatrices en mi torso me recuerdan todos los días ese horrible lugar en el que Ki me torturo. Una pequeña circunferencia rosácea esta en mi pecho. Aquella no me molesta tanto, la que más detesto es la otra que Ki me hizo con una navaja.
Me giro antes de romper el espejo. Aún recuerdo la primera vez que me vi, fue en el hospital. Tenía ganas de ir al baño, no había nadie que me pudiera ayudar así que decidí ir por mí mismo. Cuando estuve allí pensé en ducharme de una vez. Cuando me quite la ropa las vi. Todas y cada una de las marcas que tenía. Claro que en ese momento no estaban visibles, todas se encontraban cubiertas por vendas y gasas. Me quité todo ello y ahí pude verlas claramente, en ese momento tome la barra de acero que sostenía mi suero y la arroje en el espejo.
Ahora no son tan notorias, pero sí visibles. Aunque estas las puedo ocultar, las que tengo en mis muñecas no pueden ocultarse fácilmente. Eli tuvo que ayudarme con terapias por dos meses para recuperar los movimientos de mi pierna izquierda, por el disparo que recibí, la herida de mi pecho a pesar de ser la más grave no tuvo consecuencias posteriores.
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De Libros a SEXO: Entre el Amor y el Odio
FanfictionEl amor es un sentimiento tan puro, inocente y leal, capaz de hacer que las personas cambien por el simple hecho de complacer a la persona amada. El sacrificio detrás del amor. Todos los actos buenos o malos los justificamos por un bien mayor. Todo...