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Steven

Trisha me dejó en casa de Patrick, se ofreció a llevarme asta mí casa, pero su novio la había llamado y le dije que no se molestara, me iba a ir caminando a mí casa.

Iba por el parque, que queda a unas tres cuadras de mí casa, cuando vi en un columpio a una chica, camine hacía ella y vi que era la chica nueva, observé que estaba llorando sin parar.
—Hola dije, con la voz entrecortada, estaba nervioso, era la primera vez que le hablaba— hola, que quieres respondió— pasaba por aquí y no pude resistir saber que pasaba, por que estabas llorando— se limpio las lágrimas con la manga de su abrigo— descuida no tengo nada, respondió- respire muy fuerte, pues lo que iba a decir, era muy penoso, pues era la primera vez que le hablaba y ya le iba hacer una broma— estoy aquí, con este frío que congela asta los huesos, para saber quien fue el idiota, que te hizo llorar, no me conformaré con un "nada"— estaba nervioso, que respondería, y si la hacía enojar en vez de ayudarla— la chica soltó una pequeña sonrisa— todo mí estrés y la angustia desapareció— no hace demasiado frío, y pues yo no te llame tu fuistes el curioso dijo entre risa, una pequeña sonrisa— claro lo dices, por que llevas ese caliente y hermoso abrigo exclamé— esta ves solto una sonrisa tan grande, casi llego hacer una cacajada,— era la primera vez estaba tan cerca de de esta chica, no podía dejar de ver lo hermoso que se miraba su rostro a la luz de la luna, ver esos hoyuelo que se le hacían cada vez que sonreía, me quede congelado, no por el frío que hacía, si no, al ver ese par de pomulos grandes y hermosos que tenía —no te enamores de el no es mío, es de mí amiga, asi que no creas que te lo voy a prestar— yo volví del mundo al que me había transportado, al oírla hablar— ahora si me diras quien te hizo llorar? Pregunte— un idiota, respondió—tu novio?- no ya sabes lo que pienso del amor, fue mí padre— te pegó o algo— bajo el rostro— ya me tengo que ir es muy noche,— te puedo acompañar?— si tu quieres.

Fuimos en un silenció incómodo asta llegar a su casa— aqui es, gracias por haberme echó reír, nos vemos— de nada buenas noches, no olvides la tarea— con tantas cosas, asta ya se me había olvidado, gracias por recordarmelo, bye.

Llegue a casa, fui a mi cuarto y me puse a pensar en el nombre de mí poema, pero mí cabeza estaba fuera de este mundo, no podía dejar de pensar en la sonrisa de esa chica, nunca una chica había deambulado mucho tiempo por mi cabeza y esta chica, era la primera vez y ya lo hacía desde que la vi en su casillero, volví en si cuando mire el nombre que había elegido para mí poema " Un rostro bajo la luz de la luna".

EL PRIMER AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora