Salimos del bar y nos dirigimos hacia una de las tiendas más cercanas.
Entramos a la tienda, no había nada que me llamase la atención, pero por Amatista me probé un par de camisetas y un pantalón.
Estaba en el probador, poniéndome un pantalón negro desgastado cuando noté que la cortina se movía.
— ¡Amatista! No he acabado, ¡no abras!
Pero la pelimorada hizo oídos sordos a mis palabras y entró, cerrando de nuevo la cortina. Me miró fijamente a los ojos. No dijo nada, sólo se acercó. Pasó su mano por mi pierna, desnuda porque no había acabado de probarme, y empezó a acariciarla. Me aparté.
— ¿Qué haces? -insistí.
— Te quiero. -susurró, se acercó más y juntó mis labios con los suyos.
¿Qué estaba pasando? ¿Por qué me estaba besando? ¿Por qué yo dejaba que me besase?
No podía moverme, y mucho menos apartarme de sus suaves labios. La mano siguió con su recorrido, subiendo de mi rodilla a mis glúteos y bordeando el límite de mi ropa interior rosada.
— Amatista... -dije intentando separarme de sus labios- Esto está mal.
Pero ella no paró, metió su mano bajo mi camiseta ascendiendo lentamente hacia mis pechos, pero la paré.
— Amatista, para, no puedo seguir con esto.
— Vamos, Perla... -susurró.
— No. No estoy preparada. -susurré cogiendo mis cosas y vistiéndome, dispuesta a marcharme.
— ¿Eso significa que algún día estarás preparada? -preguntó la chica del pelo violáceo, disgustada.- Te quiero.
— Adios, Amy.
-—-—-
Oh, querida Perla, ¿por qué eres tan reservada?
Hoy les traje un poco de situación intensa (7u7) de Pearlmethyst
¿Quieren más? ¬u¬
Sensual escritora se despide.
ESTÁS LEYENDO
SU(P+A): Juntas
FanficSinopsis: Tras la muerte de su pareja, Rose, Perla no supo cómo salir adelante. Se centró en cuidar a Steven, el niño que Rose había dejado atrás, pero lo que no sabía era que detrás del dolor de la muerte de su amada, se encontraba ella, una ch...