Maraton (1/5) Capitulo 3 (parte 3)

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–     ¿Cómo estás? – dijo Sam bajándose y dándole un beso en la mejilla.

–     Bien. Me gustó mucho como modelaste alla arriba.

–     Gracias.

–     ¿Quién es Chirstofer?

–     No lo sé, es un personaje que invente para molestarte. Chicos, él es Cody, un viejo amigo, y mi mejor amigo. – lo presento Sam.

–     hola– dijeron los demás al unísono, yo me quede callado, debo admitir que estaba algo celoso por la reacción de Sam hacia ese chico, yo lo miraba fulminantemente.

–     Bien, ahora que todos nos conocemos, ¿Qué quieren hacer? – pregunto Sam dirigiéndose a todos.–     Yo me voy a mi casa, estoy demasiado cansada como para ir a algún lugar. – dijo Gaby.

–     Yo te llevo. – se ofreció Niall

Narra Gaby.

Niall y yo salimos del lugar y nos dirigimos a su auto.

–     ¿Quieres comer algo? – pregunto abriendo la puerta del copiloto.

–     ¿Si, a donde quieres ir? – pregunte sentándome en el asiento.Niall dio la vuelta al auto y se montó en el asiento del piloto.

–     Hay un restaurant muy bueno por aquí cerca, dicen que su comida es muy buena.El rubio puso el auto en marcha y nos dirigimos al restaurant, luego de unos minutos de camino llegamos al lugar, tenía mesas al aire libre y adentro.

–     ¿Dónde prefieres comer? ¿aquí afuera o alla adentro? – me pregunto el ojiazul.

–     Aire libre.Nos acercamos a una mesa para dos que se encontraba aislada de las demás, supuse que era para que  no lo reconocieran, Niall alejo la silla para que me sentara, le agradecí y se dirigió al otro lado para sentarse. Un mesero se nos acercó, pedimos lo que íbamos a comer y se fue.

–     ¿Desde cuando eres modelo? –dijo Niall iniciando la conversación

–     Desde que tenía seis años más o menos. Siempre me gustó el modelaje, cuando mi mama veía desfiles de modas yo siempre le decía que iba a ser mejor que ellas y ahora mírame. – dije haciendo un ademan con las manos señalando mi cuerpo.

–     Debo admitir que en verdad eres muy buena, y tu cuerpo es muy bonito– dijo Niall haciendo que me sonrojara un poco.El mesero llego, dejo lo que pedimos en la mesa y se fue sin antes dirigirme una mirada coqueta lo que hizo que Niall y yo lo miráramos más, pero más Niall.

–     Y ¿desde cuándo cantas?

–     Desde que tengo memoria me ha gustado cantar, cantaba en los cumpleaños de mi familia y cuando hacíamos un karaoke, yo siempre era el primer, pero hace dos años decidí entrar en un concurso llamado The X Factor, al igual que los chicos, nos juntaron y se formó One Direction.

–     Si, amm, lo de The X Factor ya lo sabía.

–     O sea que puedo suponer que eres directioner.

–     Si, lo soy.

–     ¿tienes hermanos? – me pregunto.

–     Si, una hermana, se llama Ana, es menor que yo por tres años. Y tu, ¿tienes?

–     Si, se llama Greg. Y ¿tus padres?

–     Mama y papa se separaron cuando yo tenía tres años, al terminar todo el asunto del divorcio, mama se dio cuenta de que estaba embarazada de nuevo, ahora viven mi hermana y ella en Italia, no tengo muy buena relación con ella.

–     ¿Por qué? – pregunto el rubio curioso.

–     No quiero hablar de eso.

–     ¿Cuándo cumples años? – pregunto Niall cambiando repentinamente de tema.

–     El 10 de septiembre, y ¿tu?

–     En serio– dijo sorprendido – yo cumplo el 13.

–     Muy cerca ¿cierto? – dije.

–     Si– dijo dando el primer trago a su bebida.

–     Que es la cosa más vergonzosa que te ha pasado.

–     No le digas a nadie, solos los chicos, mi familia y ahora tú lo saben. Cuando era niño, estaba sentado en mi cama y la puerta de mi habitación estaba abierta, cuando papa paso por ahí, yo estaba tratando de colocar mi pie en mi nariz, él se me quedo parado en el umbral de la puerta con los brazos cruzados y su mirada fija en mí, cuando logre acomodar el pie cerca de mi nariz dije que olía a queso, el soltó una carcajada y salió de mi habitación para ir a la suya a contárselo a mama, yo Salí corriendo detrás de el para que no le dijera nada, pero se detuvo en seco haciendo que yo chocara con la parte de atrás de sus piernas, me cargo y continuo su camino hacia la habitación, le conto todo a mama y ella también se echó a reír, yo solo me tapaba la cara para ocultar aunque sea un poco de la vergüenza que tenía.

–     Debiste ser un niño adorable. –dije aguantando la risa.

–     No te rías. –me dijo.

–     No me estoy riendo.

–     No pero la estas aguantando.–     Es que es algo gracioso. Y tranquilo, no le diré a nadie.

–     Ahora tú, cuéntame lo más vergonzoso de tu vida. – me dijo el rubio.

–     Cuando tenía como dos o tres años, fui a casa de una hermana de mi mama que tenía un hijo cuatro meses mayor que yo, una vez que fuimos de visita a mi tía se le ocurrió la brillante idea– dije con sarcasmo– de meternos a mi primo y a mí a bañarnos en una bañera pequeña donde bañan a los bebes, ambos cabíamos sentados, mi mama nos tomó una foto, pero eso no fue lo vergonzoso, lo que si nos dio vergüenza a ambos fue que cuando teníamos 13 años, mi tía subió esa foto de los dos desnudos a Facebook y para empeorar las cosas nos etiqueto, yo andaba dándole al botón de “eliminar etiquetado” pero la foto ya tenía dos comentarios, uno era dirigido a mí y el otro a mi primo. Al día siguiente cuando fui al instituto, ese amigo que comento me hizo bromas inofensivas sobre esa foto, hasta que le di su merecido y más nunca volvió a hablar del tema.Nos quedamos una hora más hablando hasta que llegó el momento de irnos.

–     Te llevo– se ofreció Niall

–     No hace falta, puedo tomar un taxi, además queda cerca. – mentí.–     No, yo te traje, yo te llevo.

–     Está bien.Nos dirigimos a su auto, lo puso en marcha y le di la dirección de la casa, luego de  unos minutos, llegamos.

–     Menos mal que vivías cerca– dijo el rubio con sarcasmo.

–     No quería causar molestia.

–     No es molestia llevar a una señorita hermosa a su casa– dijo y me sonroje, con este chico me sonrojo más de lo normal.

–     Gracias por traerme.

–     No hay problema, cuando quieras.De despedida le iba a dar un beso en la mejilla pero el movió un poco su cabeza y mis labios chocaron con la comisura de los suyos. Me despedí de el con un “adiós” y salí avergonzada por lo que acababa de pasar.

Unidos por la famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora