Capitulo 28

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–     ¿Qué?

–     Que te amo. – repitió el chico.–     Harry, estas ebrio – dijo Sam. –no sabes lo que dices.

–     ¿Por qué besaste a Zac? – soltó tomando por sorpresa a la chica.

–     ¿Qué? – se extrañó. – yo no lo bese. – negó con la cabeza.

–     Los vi.

–     ¿nos seguiste?

–     Algo así, te ves tan hermosa hoy. lindo regalo el que dio. – comento.

–     ¿Qué te regalo? – pregunte.

–     Una Chevrolet Orlando – respondió Harry por ella.

–     Wow, – dije.

–     Sam… – continúo el rizado. Pero fue interrumpido por Sam.

–     Descansa.

–     Espera…

–     ¿Qué?

–     Voy a descansar pero, con una condición

–     ¿Cuál?

–     Prométeme que cuando termine la fiesta te quedaras aquí conmigo. – hizo un pucherito.

–     ¿a dormir?

–     Si

–     ¿seguro

–     Si

–     Está bien ahora, duerme. Luego de que la fiesta culmine, vuelvo. – se volteo a verme. –vamos.

–     ¿crees que sea verdad lo que dijo Harry? – cuestiono Sam nerviosa, cuando salimos del cuarto.–     No lo sé, tú lo dijiste, esta borracho y no sabe lo que dice, puede decir cualquier cosa sin si quiera pasarle por la cabeza.

–     Tienes razón. – suspiro.

–     Bajemos. – comente. –eres la cumpleañera y no estas con los invitados.Bajamos y disfrutamos lo que quedaba de fiesta, bailamos, jugamos, saltamos hasta no poder más, partimos la torta y Sam abrió algunos de los regalos, logro disfrutar de su fiesta y la casa era un desastre. Eran ya las 4 de la mañana. Poco a poco se fue yendo la gente hasta que quedamos, Cody, Jen, Gaby, Sam, Zayn, Niall, Louis, Liam, Laura y yo, entre todos nos pusimos a limpiar la casa una vez que todos se fueron, el resto de los obsequios los pusimos en el sofá y los más grandes en el piso. Sam les comento a todos antes de que se retiraran que se quedaría para cuidar a Harry cuando se despertara. Narra Sam. Todos los chicos se fueron, estaba un poco enojada con Cody por no haberme felicitado en la fiesta, que gran amigo, dije con ironía para mí misma. Subí las escaleras y entre a la habitación de Harry, me dirige al baño, me lave la cara y me cepille con el dedo. Me arrecoste al lado de él y me arrope, sentí unos brazos rodear mi cintura, era Harry, olfateo mi cuello y deposito un beso en el, haciendo que me estremeciera, me sentí segura en esa posición, nunca me había sentido tan segura, excepto cuando mi mama me abrazaba luego de caerme y rasparme la rodilla o de que algún chico terminara conmigo luego de un noviazgo, sus abrazos siempre me calmaban, Harry hizo que volteara a verlo, nuestros rostros quedaron a muy poca distancia. Me abrazaba con fuerza. Como si nunca me quisiera soltar.–     Cumpliste la promesa. – su aliento aun olía a alcohol.

–     Nunca rompería una.Me apretó más a su cuerpo, casi al punto de asfixiarme.

–     Harry.

–     ¿Mm?

–     ¿puedes soltarme? Me estas apretando. – dije amablemente casi sin aliento, ignoro mi comentario y apretó su agarre.

–     Harry. – me queje.

–     ¿Qué?–     Suéltame.

–     No. – respire profundo.

–     Hazlo.

–     No – siguió insistiendo.

–     Por favor.

–     No

–     ¡Harry ya! Suéltame – suplique. No respondió nada.

– ¿quieres que haga algo para convencerte de que me sueltes? – asintió.

–     ¿Qué cosa?

–     Son dos cosas. La primera, respóndeme, ¿Por qué besaste a Zac?

–     No lo bese en los labios si eso es lo que crees que viste, solo fue un beso en la mejilla, que lo hayas visto desde una perspectiva diferente es otra cosa. – no dijo nada y me atreví a hablar de nuevo.

– ¿Cuál es la segunda cosa?

-Bésame.

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