Narrador externo.
_____ se encontraba sola caminando por la calle. El único que le alegraba era su perro, pero en ese momento ni quería estar hablando sola en la calle con un perro, así que lo dejó en casa.
Se paró delante de una tienda de alcohol. Miró la puerta por unos segundos y suspiró. Si así es la mejor manera de desestresarme, pues mejor. Compró una botella de alcohol y fue al parque, a sentarse debajo de un árbol a beber.
Al rato de estar allí, _____ puso su teléfono en la oreja con los ojos cerrados, ya que le estaba llamando alguien.—¿Mmm?
—¿_____?
—¿Suga con Swag?
—¿Sw...?—Entrecerró los ojos, mirando al césped.—¿Qué haces en el parque bebiendo?
—¿Cómo sabes eso?
—Si abrieras los ojos lo sabrías, niña.
______ arrugó la nariz extrañada y abrió un ojo, viendo a Yoon Gi de lejos.—Oh, ya.
Yoon Gi negó con la cabeza mientras suspiraba hondamente y colgó la llamada, para luego acercarse a ella.—¿Qué te pasa?
—Cuéntame primero porque me has llamado y luego te digo.
Rodó los ojos y se sentó a su lado.—Quería pedirte perdón.
_____ rió sin ganas y miró su reloj.—Un mes tarde.
—Es que si venía antes me matarías, yo lo sé. Ahora... ¿Me escuchas?
—Está bieeeeeeen.
—Quería pedirte perdón por todo el daño que te hice. Por las veces que te dije que eras mía y yo era de otras.—Suspiró.—Pensé que no te hacía daño, pero el otro día vino Ho Seok a darme cuatro gritos y me fijé en que si lo hacía, y acabó doliéndome a mi también.—Entrelazó su mano con la de _____.—Se que quizás ya tengas todo más que perdido con Jimin, pero intentaré hablar con él. ¿Vale?
_____ lo miró y sonrió. Por una vez en todo lo que había estado con Suga, logró comprenderla.—Gracias Yoon Gi. Pero lo de Jimin ya no sirve de nada.—Encogió los hombros.-Por un hombre que me quiere de verdad y yo tengo demasiado miedo como para decirle te quiero.
Suga cogió su teléfono y encendió la grabadora.—¿Le quieres?
—Claro.—Susurró.
—¿A quién quieres?
—Si te lo acabo de decir..
—Ya, pero quiero escucharlo.
—¿Para qué?
—No hagas preguntas, solo quiero saber si estás del todo segura de que lo quieres.
—Claro que quiero a Jimin.—Sonrió con tristeza.—Pero hay algo en mí no me deja decirlo, y no sé que es.—Se levantó, dándole antes un beso en la mejilla a Yoon Gi y sacudió su ropa.—Me voy, quiero estar sola.
—¿Estarás bien?
—Siempre lo he estado.—Encogió los hombros y se fue de allí.
Jimin salió de la tienda de teléfonos con la pantalla de su móvil arreglada y miró los mensajes. Alzó una ceja desconcertado al ver que Yoon Gi le había enviado un mensaje de que fuera a su casa.
Yoon Gi abrió la puerta con una sonrisa.—Viniste...
—No, no. No me vengas con esas.—Dijo agitando sus manos en el aire.—Vine por curiosidad, no para ser amigos. ¿Qué quieres?
