Gatubelo

.Sentimentos.

Han pasado siete, siete dias desde que ese revoltoso no le andaba rondando como perro, se sentia mas tranquilo, pero menos concentrado en clases, aparte que todavia no se le iba el maldito dolor de nuca y eso le pasa por dejar que naruto durmiera en su cama y el que es el dueño de la casa en el sofa, lo que ahora mas le alivia es que ya paso la semana en celo, y vaya que le fue complicado esquivar insinuaciones, el peor fue el cuarto dia estaba mas cachondo e inevitablemente se hizo la masturbacion, adivinen pensando en quien..

.....si, naruto.

¿como pudo hacer eso de semejante magnitud?, ni siquiera cuando empezo la pubertad lo habia hecho, solo bastaba una buena ducha de agua helada y el problema se acabó, pero ahora no era lo mismo. Suspira cada tres minutos, miraba la ventana observando los rayos solares, y ahora no prestaba tanta atención, eso era un serio problema.

-joven sasuke ¿podria leerme la lección?.- todo el alumnado le regalo atención absoluta, y él pelinegro suspiro con desgano.

-no preste atención- fue la seca y nerviosa respuesta, el profesor lo estudio detenidamente.

-entonces hagame él favor de ir donde la directora joven sasuke- él azabache no tuvo mas remedio que obedecer-..antes que se me olvide, aquí esta la justificación porque visita a la directora.

El papel con letra de carta hecha por el profesor fue puesto en su mano, tomo sus pertenencias y se fue. Total ya casi terminaba la hora con ese profesor, caminaba despreocupado aparentemente, sin embargo, sus pensamientos abarcaban mayoritariamente sobre un rubio revoltoso y ruidoso. Dos toques en la puerta.

-adelante.

Él pelinegro inhaló, entro a la oficina de la rectora, la mujer de cabellos anaranjados, lo miró con confusión, sasuke tomo asiento frente a ella, su mano deslizó él papel por él escritorio seguidamente tomado por la pelinaranja.

-joven Uchiha, lamento mucho ver que usted empiece a decaer en sus materias, ¿alguna justificación?.

Las manos las tenia apretadas, suspiro para responder-..estos dias he tenido un conflicto personal, prometo que eso no volverá a interferir en mis calificaciones Temuri-san.

-bien, eso espero joven Uchiha, eso espero, puede retirarse.- asintió, hizo una reverencia antes de salir, su mente estaba tan ¿tan que?...tan en blanco. Relajó los músculos de sus hombros, camino por los pasillos, cuando sonó la campana del receso todo estudiante se disipo de las aulas, tomando concentración en los pasillos hacia la cafetería escolar. Azul, azul fue lo único que miro al salir afuera, la vista levantada y fija, ¿que estaría haciendo él?, sus ojos barrieron todo él alumnado disperso en el verde pasto, camino hacia un árbol de roble para acomodarse en sus raíces.

-naruto.... -fue su voz al susurro, cerró sus ojos para gozar del airecillo.

-¿mande?.

-¡mierda naruto!- dio un brinquito del susto, su mano se hizo puño a la altura de su corazón, mientras que el rubio solo se divertía de lo lindo. Frunció el ceño, sus ojos negros intimidaron a los azulados.- ¿me harías el gran favor de comportarte como gente normal?.

-no tteba...- eso enfureció mas al pelinegro.- de otro modo no seria divertido...¿como estas?.

-estaba de maravilla...hasta que tu llegastes usuratonkachi.- cruzándose de brazos. Él rubio tomó asiento a la par suya.

-tan de maravilla...-paso un brazo por sus hombros, atrayéndolo asimismo, su boca a la altura del oído ajeno-...que susurrastes mi nombre sasuke..- cantareo con malicia.

-Tks, idiota- sus mejillas se encendieron a un color pálidos, pero lo suficiente para notarse, la hora del receso acabó, naruto resoplo con fastidio, vaya que no era difícil colarse en la escuela, pero para ver a sasuke era de extremo cuidado.