Gatubelo

.Momentos.

La luz golpeo su rostro, apretando sus ojos por la molestia removiendose tratando de inutilmente de volver a dormir, se le habia olvidado cerrar las cortinas, abrio un ojo y el otro parpadeando para acostumbrarse a la luz. Un fuerte dolor de cabeza estallo agarrandose con ambas manos, no volveria a beber nunca.

_¡maldita resaca dattebayo!_

Se incorporo en la cama, al abrir sus ojos contemplaron lo desconocido en el poco espacio, el no tenia un armario color marron, tampoco tenia un ¿tocador?, ni mucho menos una cama individual, ¿se habra equivocado de cuarto o remodelaron su recamara?. Esa intriga crecio al observar detenidamente, un color crema en las paredes, el edredon de cama era azul marino con almohadas blancas. Todavia retumbaba la musica estridente del antro al que fue, seguramente su abuelo lo echara de su casa, pero ¡va!...que importa. Miro con asombro una foto enmarcada en el tocador, parecia de una familia.

-al fin despiertas idiota- miro con confusion y estupefaccion al joven pelinegro de brazos cruzados y expresion regañona, se sintio un poco inferior por la mirada que de sus ojos detellaban furia. Comtemplo por unos intantes el cuerpo joven, piernas largas blancas con esos short color azul, cintura estrecha, camisa blanca que juraria ver un debil color rosado traspasar la camisa a la altura de su pecho, esa pose de recargada en la puerta lo hacian ver irresistible pero ¡oh!, su aroma llego con tempestad a su nariz embrigandolo por completo.- deja esa cara de depravado y quita tu trasero sucio de mi cama.

-¿eh?- se descoloco, parpadeo nuevamente cuando asimilo su situacion, no durmio en la casa del viejo si no el la casa especificamente en la cama de sasuke, proceso las ultimas palabras dirijidas hacia su persona- ¡teme!.

-hump- se dio vuelta caminando, sus pasos se oian, bajando escalones. Respiro hondo sabiendo que desde hoy buscaria un nuevo hogar, tal vez un asilo.-¡¿que no te hable?! ¡baja de una vez!.

-¡oye no me grites!..¡agh! ¡me duele la cabeza dattebayo!.

-¡a ti ¿quien te manda de rumba?! ¿eh?- aparecio otra vez en el marco de la puerta, con una sarten- te lo vuelvo a repetir...¡quita tu sucio trasero de MI cama!...usuratonkachi.

-sa..sasuke..¿me vas a...-apuntó el objeto de ceramica sostenida por la mano de sasuke, quien observo su sarten.

-lo hare si no te quitas de ahi..-su voz amenazante y frivola basto para que el rubio saliera como alma que lleva el diablo, el azabache sonrio con prepotencia.

Bajo las escaleras pero no lo encontro en la sala, al girar a la izquierda estaba la cocina, ahi lo encontro sintio enojo al verlo tan alegre, con un tendor y cuchillo en ambas manos, un pañuelo enrollado en su cuello.

-y...¿me daras de comer?- una vena salio en su frente, apreto el mango de la sarten, suspiro. Se dispuso a hacer el desayuno, mientras que naruto no podia esperar a probar su deliciosa comida, pero un fuerte dolor de cabeza lo hizo quejarse.

-es la resaca, toma te hara bien- entregandole una pastilla y vaso con agua, naruto no dudo en digerir. Luego de treinta minutos sasuke y naruto desayunaban.

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Camina sin rumbo, a pesar que amablememte el azabache lo invito a quedarse mas tiempo, decidio que no, ¿motivo? su abuelo. No podia quitarse de la cabeza tremenda escena asquerosa que se encontro ayer. ¿porque solo le pasan estas cosas a el? o ¿porque simplemente no podia decir que odiaba vivir bajo el mismo techo que esa mujer? orgullo.

-mama...papa.- nudo en su garganta, no era el momento ni lugar para llorar y no debia hacerlo, se lo prometio asimismo y a él, su azabache. Miro con asombro todos los cambios en Konoha, su ciudad natal, aqui crecio, aqui estudio desde basica hasta la secundaria, y extrañaba esos momentos con sus padres, amigos, todo. Pero se le fue arrebatado de la peor manera.