-ιиvιsιblє [Justin & tú] TERMINADA

>>Capitulo 44

Una semana después, mientras estoy esperando con mi moto en el aparcamiento de la

biblioteca después de haber estado trabajando en mi ensayo para la solicitud de Pardue, un

coche que he notado me seguía las dos semanas anteriores para enfrente de mí y me bloquea

el paso.

Un chico se baja del coche. Le he visto en el almacén unas pocas veces, pero nunca he hablado

con él. Él es un veterano.

― Luis quiere hablar contigo.

―Después ―le digo.

―No, no lo entiendes. ―Un chico enorme camina fuera del asiento trasero―. Él quiere hablar

contigo ahora.

Yo dejo la moto en el aparcamiento y me subo en el asiento trasero. Habría querido evitar esta

reunión.

La llave que me dio Luis todavía pesa en mi conciencia.

Luis está sentado en el asiento trasero, esperándome. Nosotros conducimos sin destino por la

ciudad.

Saco la llave fuera de mi cartera.

―No puedo hacerlo. Pensaba que podría, pero no puedo. ―el hecho de que ______ me mirara

con completo y total odio cuando intenté consolarla después de que me dijera que había

estado embarazada de Luis me hizo darme cuenta si estaba realmente por encima del bien.

Ella odia a Luis, odia a los Skins, y ahora ella me ha colocado en la misma categoría porque yo la

he traicionado, igual que Luis.

La semana entera he intentado ver si él sabía acerca del embarazo, pero no ha picado el cebo,

quizás no lo sepa, o está determinado a mantener el secreto.

―Se cómo te sientes hacia los Skins ―dice Luis―. Pero no sé por qué.

Sigo en silencio. Cada palabra que dice es verdad. No quiero admitirlo por qué estoy

avergonzado de ello.

―No necesitas esconder tus verdaderos sentimientos. Tu papá quería que estuvieras en los

Skins, Justin. Él se aseguró que tú fueras observado y protegido, él te trajo al almacén una

semana después de que nacieras, te bendijo con las letras Skins en la frente con su propia

sangre… no tienes escapatoria de los Skins.

Horas después de que Luis me haya dejado en casa y de pensar en todo lo dicho, me decido.

Luis tenía razón. Ser un Skin es mi destino, mi derecho de nacimiento. Me digo a mí

mismo que quiero ir donde Luis para ganar información de los Skins. Me estaba engañando.