-ιиvιsιblє [Justin & tú] TERMINADA

>>Capitulo 46

Menos de una hora después de que ______ y los demás salieran de mi casa, recibo una visita

sorpresa de Jake y Raúl.

Obviamente, el rumor de mi asalto se extendió, porque no parecen sorprendidos al verme tan

golpeado.

―Ve a ducharte- dice Raúl, pasándome una toalla―. Estás muy sucio.

―No tardes- dice Jake, tocándome en la pierna―. Porque la cena estará lista en cuarenta y

cinco minutos.

Él coge a Granny, que no ha dejado mi lado.

―No quiero cenar―le digo―. Y deja a mi perro.

―Querrás cenar cuando sepas lo que voy a preparar.

Miro de reojo hacia ellos. Espero que me manden a la mierda, pero no lo hacen. Solo están… aquí.

―Tu perro está deprimido, igual que tú― dice Jake mientras deja a Granny en el suelo.

Me doy una ducha y dejo que el agua caliente limpie la sangre seca en mi piel, pero no borrará

el hecho de que soy un Skin de pleno derecho. O el hecho de que he alejado de mí a

______ para siempre, lo que me hiere mucho más que el que Luis me tatúe la letra S en mi

piel con un destornillador.

La he perdido. Quizá sea lo mejor. Habría terminado decepcionándola, y no quiero herirla más

de lo que ya lo he hecho.

Cuando salgo del baño, los chicos están sentados en la mesa de la cocina. Están hablando

en voz baja, obviamente discutiendo sobre cómo van a tratar conmigo. Como no me uno a

ellos, traen sus platos a mi cuarto y se apoyan contra la pared, mientras comen. El olor de la

carne y las especias me hace la boca agua, pero no quiero enfrentarles en este momento… ni

comer con ellos.

―¿Qué estáis haciendo? ―pregunto.

Jake y Raúl se echan un vistazo el uno al otro y tragan encogiéndose de hombros.

―Comer, amiguito―dice Raúl―. ¿Qué parece que estamos haciendo?

Señalo la puerta de mi habitación.

―Tenemos una cocina, y lo sabéis. Id a comer allí.

―Yo estoy bien― dice Jake―. ¿Y tú, Raúl?

Raúl está masticando un bocado de carne guisada que los dos sabemos es mi favorito.

―Yo estoy bien, también―dice mientras engulle un trozo de carne guisada y gime de placer

como si estuviera en el paraíso de los estofados.

Después de la cena, Raúl se acuesta en un colchón de repuesto en el suelo de mi habitación.

―¿No te alojas en el hotel con Kiara?― le pregunto. Kiara es su nueva novia, decidieron irse a vivir juntos hace poco, parece ser que van en serio.

―Esta noche no. Ni mañana. Tu jodido plan ha resultado.

―No me culpes a mí―le digo―. Vete al hotel. Quiero que lo hagas.

Cuando me levanto para ir al baño consiguiendo que me duelan todos los huesos, me doy

cuenta de que Jake ha acampado en el sofá del salón.