Capítulo 4

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Camila Cabello

El chupito me deja la garganta reseca. Le doy un buen sorbo al cubata y así puedo volver a hablar

-¿Dónde vamos Lauren?

-A buscar mi sala favorita.

No me puedo creer dónde estoy. La gente camina en ropa interior o desnuda. Se besan y tocan delante de otras personas y, de hecho, creo que les gusta que los miren. El alcohol ya está haciendo efecto, y ver tanto sexo junto me está excitando muchísimo. También influye que estoy agarrada a la mujer más guapa de la tierra. Joder Camila, para de beber.

Mi primera noche con una mujer va a superar todas las expectativas que tengo.

-Ya hemos llegado –Dice Lauren sacándome de mis pensamientos.

Miro a mí alrededor. Estamos en una sala con poca luz. Lo que ilumina principalmente son las luces de neón azules situadas en puntos estratégicos. Las paredes son negras y siguen teniendo lunas blancas. Hay anillas, cadenas y correas de cuero colgando de la pared. También hay cuerdas gruesas suspendidas del techo.

Hay chicas y chicos desnudos, de pie, de rodillas o tumbados en la cama. Estoy flipando.

-¿Qué es esto Lauren? –Consigo articular.

-Una sala de sumisión. Camila, vamos a probar el sexo que a mí me gusta. Tranquila, seré suave.

¡¿Cómo?! ¿Sumisión? Pero esta tía, ¿quién se cree? A lo mejor sí que tiene complejo de Christian Grey.

-No, no. Yo no me voy a desnudar para que me ates ni me pegues. Eso es una locura. ¡Estáis todos locos!

Lauren me atraviesa con su mirada verde. Su postura es tensa y sexy, mucho. Quiero besarla, pero no puedo permitir que me pegue. Eso duele.

Entonces Lauren me coge de la cintura y me acerca a su cuerpo. Me acerca mucho. Estoy a escasos centímetros de su boca.

-Vas a hacer lo que yo te diga, y te va a gustar. No te voy a hacer daño. Vas a tener en mejor sexo de tu corta vida.

Y me besa. Me besa con urgencia. Me aprieta contra ella, y noto como la temperatura de mi cuerpo va en aumento. Enredo las manos en su pelo negro y muerdo su labio. Noto el sonido gutural proveniente de su garganta, y cómo sus manos se tensan en mi ropa. Eso le gusta. Yo también sé jugar Lauren.

Entonces tiro de su boca con un mordisco, para después separarme. Lauren me mira muy seria, yo sonrío con picardía.

Me gusta de verdad esta chica.

Lauren Jauregui

Camila acaba de morderme el labio sin mi permiso. No sé qué hacer. No me esperaba que la niña tomara la iniciativa. Entonces se sube el vestido, despacio, dejándome ver cada parte de su cuerpo. Finalmente lo tira en la cama que tenemos a nuestra izquierda y solo puedo mirarla. De repente la sala se apaga, quedando ella y yo solas, y... quiero sentirla YA. Me acerco más a ella (si se puede) y la empujo con suavidad. Ella se sube a la cama, solo con la ropa interior y los tacones. Se abre de piernas. ¿Pero Camila..? Me siento invita y me deshago de los vaqueros y zapatos, tumbándome encima de ella, rozando así todo nuestro cuerpo.

-¿No decías que no querías sexo conmigo?

-He cambiado de opinión.

Y me besa como antes. Con energía y fuerza. Me empuja para que me ponga debajo, mientras ella se pone a horcajadas sobre mí. Se desabrocha el sujetador, y tirando de mi camiseta, me atrae de nuevo a su boca. Me quita toda la ropa, y por primera vez en mi vida me siento intimidada, desprotegida, desnuda. Es una sensación extraña, incluso perturbadora, pero cuando levanto la vista hacia Camila, lo único que quiero es hacer... hacer muchas cosas con ella.

Cuando me quiero incorporar para tomar el control de la situación, como siempre, la mano de Camila juega entre mis piernas, y siento como se introduce en mí. Rápido y seco. No puedo hacer más que tumbarme y mirarla. El pelo le cae por el lado izquierdo, tapándole media cara. Su cuerpo hace una curva perfecta, como el de una leona dispuesta a atacar y... y no puedo más. Me levanto, agarro a Camila del pelo y mientras llego al clímax la beso, como si fuera lo último que haga en la vida.

Me dejo caer en la cama, mientras una Camila satisfecha se tumba encima de mí para abrazarme, y yo, me siento extraña, torpe, desubicada, pero a la vez, siento que no quiero moverme de aquí en mucho tiempo.

black moon; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora