black moon; camren

Capítulo 6

Lauren Jauregui

Me arrepiento de todo. De haber salido hoy, de haberme encontrado con Camila y de tener que buscarla ahora. Recuerdo la dirección de su casa que vi en su DNI. Como vive por Príncipe Pío habrá ido por Gran Vía y después subirá desde Plaza España.

Arranco y giro mi moto para atravesar por callejuelas. Así llegaré más rápido a la calle principal. Espero encontrarla, estoy preocupada. ¿Dónde estará? Seguro que está pasando mucho frío con esa chaqueta...¡Lauren! Deja de pensar en ñoñerías. Cuanto antes la encuentres mejor para ti y para ella...

Camilla Cabello

Oigo voces a mi alrededor. Tengo mucho frío y los ojos me escuecen, entonces recobro el sentido y me acuerdo de todo. No puedo rendirme. No veo caras, solo cuerpo que me quieren hacer daño, por lo que lanzo patadas y puñetazos a todo. Gritos de dolor. Me están tirando del pelo y creo que pegando, pero no siento nada, estoy cargada de energía. Oigo una voz diferente. Me empujan contra la pared y caigo poco a poco sin fuerzas. No sé cuánto tiempo transcurre. De repente siento más calor y unas manos levantándome. Cierro los ojos para que así se acabe la pesadilla. Después todo es negro.

***

Un rayo de luz me despierta. Me duele todo el cuerpo y poco a poco me voy incorporando. Estoy en una habitación que me resulta familiar, pero la cabeza me da una sacudida de dolor y tengo que volver a cerrar los ojos y tumbarme. Entonces alguien entra en la habitación y se sienta en la cama, a mi lado.

-Mila, hola...

Esa voz...

-¿Dinah?

-Si reina, estoy aquí

-¿Cómo he llegado...? ¿Qué...?

Y entonces PAM llegan a mi cabeza miles de imágenes. En Arte, En Black Moon, Lauren, unos tíos, manos, besos y una moto.

-Dinah,qué pasó, qué hago aquí, Dinah... - Y empiezo a llorar.

-Shhh, tranquila Mila, no ha pasado nada.

Me abraza y me acuna entre sus brazos. Recuerdo el escozor de mis lagrimas y el sonido de mi voz desgarrada de tanto pedir ayuda. Y recuerdo a Lauren. Pero eso fue antes de...¿o no? Vino con su maldita moto a por mí. Me buscó y me ayudó.

-Dinah, ¿quién me ha traído a tu casa?

-Una tal Lauren, Mila, ¿quién es?

-Ya te contará más tarde.

-Dime, ¿cómo fue? Yo estaba esperándote. Pasaban los minutos y no aprecias ni respondías el teléfono. Pasó una hora, dos, y yo me temía lo peor Mila. Entonces en la cincuenta y siete llamada alguien descolgó el teléfono y me dijo: "Hola soy Lauren, ¿eres amiga de Camila?" Su voz ronca me hizo temblar. "Si, ¿estás con ella?" "Mmm, si, ha pasado algo... Bueno, la llevo a tu casa" "Claro". Y entonces apareció y me contó lo que había pasado.

O sea que Lauren a pesar de haberme dejado tirada, vino a buscarme, y me recogió. Pero recuerdo golpes y gritos antes de desmayarme.

-Dinah, ¿Lauren está bien?

-Perfecta, creo que ni se le movió un pelo.

-¿Qué te contó que pasó?

-Que te encontró en una callejón rodeada de chicos a punto de... Bueno y ella te salvó literalmente. No sé cómo te trajo aquí sin que llegara a pasar más.

Me quedo pensando en qué podría haber pasado y se me hiela la sangre. Entonces Lauren... Tengo que llamarla para darle las gracias. Para pedirle perdón por mi comportamiento tan inmaduro. Tengo que conseguir su teléfono.

-Dinah necesito encontrar a Lauren. Tengo que agradecerle lo que ha hecho por mi.

-Vale te ayudo, pero antes tienes que contarme qué tal fue tu noche y quién es Lauren.

-Lauren es... no sé, creo que la mujer más guapa del mundo Dinah. Y ahora es mi salvadora, le debo algo -o todo-, vamos a buscarla y te cuento todo con detalle.

Dinah se ríe de mi experiencia en Arte, de lo que pasó con Bárbara, o con aquel hombre, y sin embargo al contarle qué pasó con Lauren en Black Moon y lo del BDSM se queda muy callada y seria. Intuyo lo que me va decir.

-Lauren... ¿es especial Camila?

-¿Cómo que especial? Es una tarada, gilipollas y mi salvadora a la vez.

-Me refiero que si es especial para ti.

-No. -Contesto firmemente y convencida. O eso creo.

-Camila, solo ten cuidado ¿vale? Vas a conseguir ese teléfono y darle las gracias por todo. Vas a colgar y adios Lauren para siempre.

-Claro que si Dinah. Paso de ella, además es una vieja.

-Vale Mila, no me gusta Lauren. No tiene buena pinta, y menos con ese mundo sexual tan extraño.

-No te preocupes Dinah, tranquila, ¿vale?

Y se lo digo de verdad, porque lo creo, no quiero saber nada más de ella. Pero empiezo a

dudarlo cuando no encontramos teléfono. Quiero hablar con ella. Para darle las gracias únicamente. Después de dos horas buscando en internet empresas con una directora jefe llamada Lauren encontramos una que se asemeja a lo que me contó ella de su empresa. Viene un numero de teléfono, así que me lanzo a llamar. Estoy atacada y no sé por qué. Seguramente no sea ella.

Un pitido. Dinah me mira expectante, pero con el ceño fruncido.

Dos pitidos. No sé que voy a decirle. ¿Y si no se acuerda de mi?

Tres pitidos. Seguro que no va a contestar.

-Buenos días. Departamento de publicidad. Dígame.

Es ella.