Emma.

Prólogo.

¿Han sentido alguna vez que están viviendo una rutina? Algo que se repite, y se repite constantemente.

Es precisamente lo que me pasa: me levanto, desayuno, ayudo con la limpieza y me voy al colegio, luego vuelvo a mi casa, me baño y me voy a dormir; y nuevamente al paso uno.

Un día de estos mi vida dará un giro de 180° y dejará de ser tan aburrida.

Claro que sí, campeona.

En la escuela la cosa no mejoraba, pero al menos tenía a mis amigas, y ellas podían lograr que me divierta unas horas al día. También estaban el resto de mis compañeros, que si no estaban molestando a algún profesor, lo hacían entre ellos, lo cual daba mucha gracia. Yo no participaba, solo me reía en ciertas ocaciones.

Y otra vez de vuelta a mi casa. No puede ser tan malo, después de todo tengo internet y a mis amados libros, sin contar a mi hermano menor, Tomás, que se la pasa de un lado a otro, haciendo preguntas sin sentido o sólo jugando. Sus 5 años lo estan descontrolando.

Llegada la noche, me acuesto y vuelvo a pensar en ello: estoy viviendo una rutina.

Tendrás que hacer algo interesante con tu vida, querida, o morirás sola y tan aburrida como has sido en estos 16 años de vida.

Y ya comienzas a hablar sola otra vez.

-Ya calla. -murmuré para mi, acomodandome las mantas para dormir.

Otro dia de rutina para otra chica de rutina.

Holaaaaa.
No sé si esto será leído por alguien, pero tengo muchas ideas y necesitaba escribirlas.