Sentia un pequeño dolor en la espalda baja, lo que me obliga a abrir los ojos; los sentía pesados, y en ese momento recuerdo todo lo que había pasado la noche anterior. Intento darme vuelta y noto que Tomas sigue durmiendo junto a mi, su codo estaba justo donde me dolía, asi que cuidadosamente lo corrí para poder acomodarme.
Volteo la cabeza para ver la hora y me sorprendo completamente; 11:43 am.
¡Llegaría tarde al colegio!
Con sumo cuidado salgo de la cama, dejando que mi hermanito siga durmiendo, y me dirijo al baño para prepararme. Rápidamente me lavo la cara, loa dientes y acomodo mi cabello para que no parezca que acababa de despertar. Me coloco los lentes de contacto y vuelvo a mi habitación. Como el mas pequeño de la casa todavia se encontraba dormido, me cambio el pijaba por un jean y una remera corta, me pongo mis vans y, tomando la mochila y mi celular, voy hacia la cocina, pasando por la sala donde mamá se encontraba leyendo.
No tenia tiempo para almorzar, por lo que agarro una manzana y le doy una mordida, la terminaría rapido y asi podría irme.
-Buenos dias, Emma. ¿no vas a comer nada? -pregunta mi madre desde el sofa.
-No tengo tiempo, me quede dormida. -mordida tras mordida, me termino la manzana y vuelvo a la sala a despedirme.- Tomas sigue durmiendo en mi cama, no quise despertarlo, supuse que no habría problema en aue falte al jardín.
Ella hizo una leve mueca, pero alcanzó para que pueda notarlo, claramente se sentia incómoda por lo sucedido horas atras, aunque ella no tenia por qué.
-Mamá, anoche...
-Anoche no paso nada, no te preocupes.
-Mamá. -el tono en que lo habré dicho, hace que ella centre su mirada en mi.- Se lo que vi, él te...
-Solo estaba borracho, ¿si? Y me prometió que no volvería a ocurrir.
Solo suelto un suspiro y niego con la cabeza, ella no vuelve a hablar.
-Debo irme. Hasta mas tarde. -salgo de mi casa y comienzo a caminar hacia la parada de colectivos, esperando que no tarde en pasar.
Para mi desgracia, sí, tardó, ya que al salir tarde de mi casa me habia perdido el colectivo que siempre me tomo.
Cuando el colectivo por fin llegó, estaba lleno, así que no sólo llegué tarde al colegio, sino que también con mucho calor. Odiaba llegar tarde, todos volteaban a ver hacia la puerta, y no eran muy bien recibidas las atenciones de mi parte.
Al entrar al salón, como ya me lo esperaba, casi todos mis compañeros miraron en mi dirección. Me disculpé con la profesora por la tardabza y fui a sentarme a mi lugar de siempre, junto a uno de los pocos del salon con los que me llevaba bien, mi mejor amigo.
-Ya estaba por escribirte, pense que no ibas a venir. -dijo en un susurro para que no nos reten.
-¿Y quedarme en mi casa haciendo nada? -pregunto alzando una ceja.- Casi parece que no me conocieras, Mateo.
-Bueno, sí, se que casi no faltas, pero por ahi te habias enfermado.
-Solo me quedé dormida, tuve una noche bastante larga.
-Uhh, ¿problemas? -preguntó ya dejando la broma de lado.
-Algunos, no importa. -con un encogimiento de hombros le resté importancia al asunto, comenzando a sacar mis carpetas.
La clase de geografía se paso bastante rápido, para mi suerte, y el recreo llegó. Mateo se sentó sobre la mesa para mirarme.
-Asi que, ¿problemas? -sabía que no iba a dejarlo pasar así nomas, él era un gran amigo y siempre se preocupaba por mi.
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Emma.
Teen FictionOh, no esperarán una de esas historias en las que la tímida chica con un oscuro pasado acabe saliendo con el capitán del equipo de futbol, ¿cierto? Porque claramente esto ni siquiera se le acerca. Soy Emma Black y en donde vivo no hay futbol america...