Capítulo 7.

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Exactamente dos semanas y dos días despues de aquel regalo que me habian hecho, y ya sabia manejarlo a la perfección, habia estado practicado mucho durante este tiempo. He tomado fotografías en el colegio y en mi casa, cada vez manejaba con más facilidad los filtros y las luces.

-Memi, ya está la cena.

Aquella voz me saca de mis pensamientos; me encontraba viendo una de mis fotografías en la que apareciamos Mateo y yo, él rodeando mi hombro y yo su cintura, mirandonos. Viendo aquello cualquiera podria decir que entre nosotros había algo más, pero claramente ellos no estuvieron en el momento en que la foto fue tomada. Recuerdo haberlo amenazado diciendo que si no posaba, me quedaría con su celular toda la noche y mandaria mensajes a sus chicas. Creo que soy buena en eso del chantaje.

-Si, si, ya voy. -dejo las cosas en mi cama y me levanto, para asi poder salir de mi habitación e ir a la cocina, donde la cena ya estaba lista.

Tomas ya se había sentado en su respectivo lugar y miraba hacia la puerta, por lo que yo miré también, no habia nada allí. Decido sentarme en mi lugar ya que de lo contrario iba a enfriarse la cena, alguien habia encargado pizza.

-Tomi, ¿donde está mamá? -pregunto al tiempo que tomo una rebanada, para luego llevarla hasta mi boca.

-Eta e e maño -supongo que vio mi cara de confusión, porque apenas termina de tragar lo repite.- Esta en el baño.

-Gracias, bonito.

Me levanto de la mesa y comienzo a caminar hacia el baño, donde golpeo la puerta.

-Mamá, la pizza ya está perdiendo la temperatura y a vos no te gusta fría.

-Eh, sí, sí... Ya voy.

¿Sonaba nerviosa?

-¿Mamá? -vuelvo a golpear la puerta, tres toques.

-Anda a comer tranquila, Emma, ya... Ya voy.

Sonaba nerviosa, no es pregunta.

Automaticamente mi mano se dirige al picaporte y lo bajo, haciendo que la puerta se abra un poco. No escucho queja del otro lado, por lo que acabo por abrir la puerta completamente. Lo que veo hace que me quede sin palabras un momento.

Ahi estaba mi madre, con un short y una remera de tirantes, pero sus brazos, sus piernas y su cuello tenian marcar de colores verde, violeta e incluso negro. Al verme, ella se apuro a colocarse su bata, pero ya era tarde.

-Te dije que fueras a comer, ¿Que haces...?

No la deje terminar.

-¿Que hago yo? Mamá, ¿qué es lo que te paso? Mira como estas, deberiamos ir al hospital. -me acerco hacia ella, pero da un paso hacia atras.

-No es nada, no... Ni siquiera me duele.

-Mamá, ¿Qué fue lo que te pasó?

Sentí su vacilación antes de comenzar a hablar.

-Yo... Es divertido. ¿Ya ves que el piso es super resbaloso? Quise salir de la ducha y no me di cuenta, cuand...-la corte.

No esperaba que me crea eso, ¿o sí?

-¿Fue papá? -solté sin más.

No obtuve respuesta.

-Fue papá.

Bajó la mirada, sí había sido él, no necesito decirlo.

-Fue mi culpa, yo hice que se enoje, si yo no...-soltó un pesado suspiro. Me acerco a ella y la rodeo con mis brazos con sumo cuidado, no quería hacerle mal.

-Mamá, no podes permitir que él siga haciendo esto.

-Se disculpó, me prometió que ya no lo haría.

-¿Dónde está él?

-No lo sé, estaba ebrio, quería irse...

-No quiero volver a verlo en esta casa.

Cierro mis ojos y suspiro profundamente, antes de separarme de aquel abrazo. Tomo su mano y camino con ella hacia la cocina, necesitaba comer algo para luego irse a acostar.

No mencionamos lo sucedido y terminamos nuestra cena, aunque raro en mi, no hice más que acabarme la porción que habia empezado antes de ir hacia el baño.

Al terminar, me ofrecí a lavar los vasos y leve a dormir a Tomi a su cama, a quién el sueño lo había vencido en el sillón.

Me encontraba tapando a mi hermanito cuando escucho la puerta principal cerrarse de un portazo, por lo que al salir de la habitación cerre la puerta y luego fui hacia la sala.

Papá estaba ahí, borracho como la vez que llegó a altas horas de la noche. También estaba mamá, se la veía asustada.

-¿Qué hace éste hombre acá? -pregunto rompiendo el silencio.

Mi mamá es quién habla.

-Emma, vamos a dormir. Todos estamos cansados, fue un dia largo. -si dijo algo más, no la escuche, porque ya me encontraba avanzando hacia el hombre que meses antes no habría estado nunca en una situación así.

-¿Qué haces aca? -repito.

-¿Qué forma es esa de hablarle a tu padre?

-¿Mi padre? No, mi papá es dulce y nunca haría nada para lastimar a su familia, en cambio vos... No sé que le hiciste a mi papá. -doy media vuelta para alejarme de él, pero siento una fuerte mano que me toma del brazo, e inmediatamente otra mano en mi mejilla.

¿Acaba de golpearme? Eso sí que no lo iba a permitir.

En cuanto suelta mi brazo, lo fulmino con la mirada, y ahora sí me voy. Pero no a mi habitación, donde iba a ir segundos antes, sino que a la suya. No lo pienso, y comienzo a sacar toda su ropa del armario y lanzarla al suelo, no queria a ese hombre en nuestra casa.

Estaba tan metida en lo mio que no escuche entrar a mi mamá, hasta que ella me agarro de la cintura e hizo que me detenga.

-Basta, Emma, no haga eso.

-¿Entonces estás de su lado? ¿Vas a permitir que ese hombre se quede acá?

Si ella me gritaba, yo podia gritarle también.

-¡Es tu papá!

-¡Te golpeó! ¡Me pegó a mi también! ¿Va a seguir con Tomas?

-¡Ya basta, Emma! No quiero que vuelvas a decir eso, él es tu padre y va a quedarse.

Segundo cachetazo, misma mejilla.

Llevo mi mano a mi mejilla, mirando a mi mamá. No digo nada, sólo la miro, antes de caminar hacia la puerta.

-Espera, Emma, perdón...

La ignoro, no iba a hablar con ella. Camino hacia mi habitación y cierro la puerta con llave, para acto seguido, sentarme en mi cama.

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⏰ Última actualización: Feb 12, 2017 ⏰

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