Mis piernas se mueven a una velocidad increíble. Oigo a gente gritar detrás mío, disparando balas como si no hubiese un mañana mientras yo las intento esquivar.
Pienso en ir a casa, pero eso sería un peligro. Si esa gente descubre dónde vivo, pondría en peligro mi vida y la de Carmine.
Mi plan es intentar de alguna manera despistarlos y cuando los haya perdido ir hacia casa, la cuestión es cómo voy a lograrlo.
-No mires atrás -pienso.
Continúo corriendo sin un destino fijo. Me meto por calles que están asquerosamente abandonadas: Lo único que puedes ver en ellas son botellas de whisky barato y restos de droga esparcidos por el suelo.
Cada vez la distancia entre ellos y yo afortunadamente es mayor, intento colarme por calles estrechas para que así sea más fácil perderlos de vista.
Me meto en un callejón sin salida, pero ellos no saben donde estoy, así que me pasan de largo.
Echo un ojo a la calle. Bien, no hay nadie, mejor que siga así.
Me tomo unos minutos para descansar, estoy agotado.
Pienso en Carmine, en qué estará haciendo en estos instantes pero sobre todo, pienso en mi madre.
La acabo de perder y no había tenido tiempo a lamentarme. ¿Qué será de nosotros ahora?
Mi padre obviamente pasará de nosotros, para variar y Carmine simplemente es un niño pequeño que está en su mundo.
Intento olvidarme de la situación del pasado y me concentro en el presente.
Levanto la vista del suelo y enfrente mío veo cartel de "se busca" con una foto de un hombre el cual me suena de haberlo visto antes.
Intento recordar dónde puede que haya visto a ese chico. Me da un lapsus y no consigo recordarlo, me pasa siempre, odio mi memoria.
Observo el cartel con más detenimiento, está mugriento y le faltan pedazos, eso indica que tiene bastante tiempo.
De repente, se me enciende la bombilla, me sobresalto y se me ponen los pelos de punta. Ese hombre, es el que había matado a mi madre hace apenas minutos.
La ira se apodera de mi, empiezo a golpear todas las botellas de whisky con el pie y a darle golpes a las paredes. Cojo el cartel y lo empiezo a hacer añicos, no me puedo creer que alguien haya asesinado a sangre fría a mi madre y que minutos después me encuentre a esa persona retratada en un cartel, es sencillamente asqueroso. Sin duda, eso se llama la condición del destino.
Me intento calmar.
Después de unos segundos de descanso, voy rumbo a casa.
¿Qué le voy a decir a Car?
Él sigue siendo un niño que lo único que quiere es jugar con sus peluches y y ver dibujos animados.Pienso en mi madre. Al fin y al cabo, yo ya sabía que iba a morir, debido al cáncer, pero no me lo esperaba tan pronto.
Hay un dicho que la gente solía poner de estado de whatsapp antes: "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". Nunca entendí el significado de esa frase, ahora ya lo entiendo.Después de unos minutos caminando por la calle y reflexionando sobre mi situación actual, consigo llegar a casa.
Abro la puerta delantera de la casa. Oigo a alguien corriendo hacia mi, es Carmine.
-Hola Car -saludo.
-Hola Tyler -responde cortésmente, dándome un abrazo inesperado -¿dónde está mamá?
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Mi Alma Lleva Tu Nombre.
RomanceTyler es un chico de 19 años que nunca ha tenido una relación con una chica. Lleva una vida muy dura, pues vive en una de las ciudades más peligrosas del mundo, Caracas, Venezuela. Él está pasando por un momento muy duro, ya que su madre sufre de un...