Arrastro sin demasiadas ganas la enorme maleta en la que llevo las cosas mías y de Carmine.
-Estoy cansado -dice mi hermano de mala gana.
-Imagínate cómo estoy yo, vaya asco de día he tenido -me quejo.
-¿Ha pasado alguna vaina? -se interesa.
-No, no es nada, simplemente es que he dormido fatal -miento.
-Yo tampoco dormí mucho, mamá estaba roncando, para variar.
De repente se me eriza la piel. No me acordaba de que mi madre había muerto esta mañana y que mi hermano no supiese nada.
-¿Estás bien? -pregunta, después de estar unos minutos callados.
-Sí, no te preocupes.
-¿Falta mucho para llegar a la parada del carrito?
-No, aguanta un poco más -animo.
***
-Qué ilusión, hace mucho que no monto en carrito -dice Carmine con ilusión, subiendo el par de escalones que hay en la guagua.
-Me alegro que te guste hermanito. Espera aquí un segundo, voy a pagarle al conductor -digo, sacando el dinero de la maleta que había robado esa misma mañana.
-Buenas tardes -saluda amablemente el conductor.
-Hola, ¿cuánto sería?
-¿A dónde quieren ir?
-Al aeropuerto de Mérida.
-Vaya, eso está un poco lejos. Les va a costar un poco caro, ¿de verdad tienes tanto dinero chaval? -se preocupa.
-Supongo que sí... -dudo.
-Está bien, sería 60€ en total -concluye.
-Espere un momento.
Saco la cartera y le doy el dinero.
-Gracias, buen viaje.
Caminamos por el pasillo de la guagua. En ella hay gente de todo tipo: La mayoría de la gente tenía pinta extraña, no creo que fuesen muy amigables aunque, como se suele decir, no juzgues a un libro por su portada.
-¿Puedo ir en el lado de la ventana, Tyler? -se entusiasma Car.
-Claro hermanito, desde ahí todo se ve mejor, eh -me río.
-Guau, que guay, me siento grande yendo aquí -dice, sentándose en el asiento mientras mira por la ventana.
-¿Sabes? En el colegio, cuando íbamos de excursión, siempre me gustaba ir en ese sitio, jugaba con un amigo a contar coches, él los blancos y yo los rojos, nos lo pasábamos muy bien.
-¿Cómo se llamaba? -pregunta.
-¿Mi amigo?
-Sí.
-Se llamaba Nathan, era mi mejor amigo.
-¿Era? -se interesa.
-Sí, desde que nos mudamos aquí no lo he vuelto a ver más. Era un poco cabezota, pero era una gran persona.
-Siempre he querido tener amigos así -dice, con un tono de tristeza.
ESTÁS LEYENDO
Mi Alma Lleva Tu Nombre.
RomanceTyler es un chico de 19 años que nunca ha tenido una relación con una chica. Lleva una vida muy dura, pues vive en una de las ciudades más peligrosas del mundo, Caracas, Venezuela. Él está pasando por un momento muy duro, ya que su madre sufre de un...