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Lagrimas caían por su rostro, todavía sin poder deducir si la razón era por felicidad o por tristeza.

No era capaz de creer lo que sus ojos estaban viendo.

— ¿Qué? —Musitó con voz temblorosa, como si de un mal chiste se tratara.

En sus manos se encontraba aquella inesperada carta, que por nada del mundo se esperaba recibir.

Sus ojos repasaban las palabras escritas una y otra vez, todavía incapaz de comprenderlo. Hasta que su vista se poso en una oración en especial.

"Felicidades Sra.Heartfilia. Usted ha sido aceptada"

Una de sus manos dejo el papel para posicionarse en su boca en forma de asombro, en ese momento sus piernas ya no podían sostenerla y simplemente se desplomo en el blanco suelo.

Había sido aceptada, aceptada en la universidad de sus sueños.

La mejor universidad del continente.

La universidad ubicada en otro país.

La universidad lejos de su familia.

Lejos de sus amigos.

Lejos de Natsu.

¿Debería llorar de felicidad? ¿O de tristeza?

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