Volver a soñar

3

Dedicado a:       @naluporsiempre

 Sé que no lees esta historia, pero me inspiraste a terminar este cap con muchos feels :'v

A pesar de ser tan solo las seis de la tarde, el cielo se encontraba teñido de un gris fuerte, dando un presagio de que la nieve teñiría la tierra una vez más. 

Lucy estaba nerviosa.

Sus pensamientos revoloteaban de aquí para allá dando un sin fin de posibilidades a las palabras que el pelirosa estaría a punto de mencionar.

 —Yo... —.Natsu también estaba nervioso, un ligero color carmesí teñía sus mejillas.

"Adorable" Pensó la rubia.

 —No te preocupes.  —Comenzó —Soy tu amiga, tu mejor amiga. — Estiro sus pequeños y delicados dedos para agarrar la mano del pelirosa, que a comparación, hacia ver la mano de Lucy como la de una pequeña muñeca de porcelana.

—Pero...

—Puedes confiar en mi.— Finalizó la rubia mirándolo directamente con ese característico brillo inocente en sus ojos.  

Natsu solo se quedó mirándola, cosa que puso otra vez nerviosa a Lucy. De repente una pequeña sonrisa ladina apareció en el rostro de él acompañado, posteriormente, de una carcajada.

 —¿De que te ríes?—Contraatacó la rubia, mientras lo miraba "molesta" causando un adorable puchero en su rostro, al parecer, no lo hacía a propósito, la ternura era algo natural en ella. 

 —Solo me preguntaba que pude haber echo para que un ángel, como tú, llegara a mi vida—Comentó entre carcajadas el pelirosa. 

Como algo natural, sus mejillas se tiñeron de un fuerte color rosa.

 —¡D-Deja de decir esas cosas!—Farfulló la rubia, claramente avergonzada.

—Solo soy sincero

—Hmp, tonto.

La escena se volvía a repetir, el silencio se apodero otra vez de la situación.

Ah, jovenes. Que complicados ¿no?

El pelirosa dio un largo suspiro, dirijo su mirada al cielo, para él si era un gris común y corriente. 

 —Yo ... creo que me he enamorado.

Y ahí está, los latidos pertenecientes a la menor. Aquellos que sonaban como un tambor en sus oídos. 

  —Ella es ... hermosa, pequeña, inocente, inteligente, parece una completa princesa.—Él la describía como un total enamorado, pero claro, si estaba enamorado.

Lucy, aquella chica más dulce que el azúcar, más tierna que un peluche y la más inteligente de toda su preparatoria. ¿Como no iba a pensar que se refería a ella?

Toda una vida ya se iba formando en la mente de Lucy. ¿Como sería la boda? ¿Cuantos hijos tendrían? ¿A cuantas personas invitarían? ¿Compararían una casa o un departamento?

La rubia se había perdido totalmente en su fantasía. Estaba muy emocionada. Pero cuatro palabras hicieron que pisara tierra.

 —La conocí hace poco.

¿Eh?

Ella abrió desmesuradamente los ojos. 

— ... 

—Su nombre es Lissana.—Concluyó con una sonrisa. Por primera vez, a Lucy le había parecido una estúpida sonrisa.

¿Qué?