[3] No me ignores.

1.3K 132 19
                                    

[3] No me ignores.

Para muchos ser nuevos en algún instituto era un infierno, pero para ella era lo más normal del mundo. Desde que tenía memoria, su padre y ella se mudaban continuamente por culpa del trabajo de éste, trayendo como consecuencia el cambio de Instituto y el tener que hacer nuevos amigos, pero ya se había acostumbrado y lo veía como una rutina, además de que tenía la suerte de ser bastante extrovertida.

—Soy Sakurai Akari. Encantada de conocerlos. —Se presentó como era debido delante de sus nuevos compañeros. Seguidamente todos ellos comenzaron a susurrar entre sí, haciendo que Akari resoplara molesta. Todo era culpa de aquel pelirrojo de aires arrogantes y que la había tratado como si fuera su mascota.

—Eh, jóvenes, haced silencio—intervino su profesor de matemáticas. Todos obedecieron lentamente, aunque algunos, sobre todo las chicas, seguían mirándola con mala cara. Akashi Seijūrō era más popular de lo que ella imaginaba—. Señorita Sakurai, por favor tome asiento.

Akari asintió y se dirigió a los únicos puestos que estaban libres y que se encontraban en la última fila. De repente, mientras caminaba hacia su nuevo puesto, se sintió bastante incomoda.

Mientras comenzaba a sacar su cuaderno y lápiz para copiar la clase, maldijo interiormente al pelirrojo. Jamás había atraído tantas miradas fulminantes en su vida como en ese momento.

La puerta del salón se abrió, aunque Akari no prestó atención. Estaba muy ocupada dibujándole una muerta lenta y dolorosa a Akashi en su cuaderno.

—Señorito Akashi, pase adelante.

La punta del lápiz de Akari se rompió y levantó la vista abruptamente, encontrándose con la figura del Señor Absoluto.

—Lamento llegar tarde, profesor.

¿Por qué a ella?, se preguntó. Sabía que estaban en el mismo grado, pero no que también estaban en la misma sección. Y lo peor de todo, es que mientras se dirigía al único puesto libre que casualmente estaba a su lado, le sonreía socarronamente.

Akari le dirigió una mirada arisca en su lugar. Tal vez se hubieran llevado bien si él no se comportara de esa manera.

—Así que nos encontramos de nuevo, eh.

Le ignoró y comenzó a copiar lo que el profesor estaba poniendo en el pizarrón.

—No me ignores—ordenó él, como si ella fuera su maldita mascota.

Le volvió a mirar de mala manera. Los ojos heterocromos de éste estaban fijos en ella, y parecían demostrar un ligero enfado. Akari no pudo evitar volverse a fijar en lo guapo que era.

Volvió su vista nuevamente a su cuaderno. Y de repente, sintió una mano sobre sus muslos seguido de un pellizco que la hizo sobresaltarse y soltar un leve quejido. Dirigió su mirada a su compañero sin poder creer lo que había hecho, ni siquiera sabía qué reacción tener. Él había violado su espacio personal sin su consentimiento y la había pellizcado, en el muslo.

— ¿Quién te crees que eres...?

Akashi la interrumpió, inclinándose levemente hacia ella.

—Te lo dije claramente, Sakurai. No me gustan los perros desobedientes. Cuando te ordene algo, tienes que hacerlo indiscutiblemente.

—Vete al infierno. Si vuelves a tocarme te romperé ese atractivo rostro que tienes—le amenazó, con las mejillas rojas de lo enfadada que estaba.

Apretando los dientes al verlo sonreír, se giró hacia su cuaderno nuevamente, aunque antes arrimó su silla más lejos de él.

¡Perdón! ¡Perdón! De verdad lamento la tardanza y espero me disculpen por ello. Es que realmente mi inspiración con esta historia se había ido.

Como podrán notar, el adelanto que les dije en el capítulo pasado no lo puse. He considerado que es mejor que lo deje para el siguiente.

¡Comenten y voten, por favor!<3

Pd: he decidido que la historia tendrá lemon. 7u7

El Castigo del Emperador [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora