Yuta no sabe que hacer ahora, sentado frente a TaeYong en un café, porque el otro no habla mucho, pero es adorable, con la mirada gacha y sus manos entrelazadas sobre la mesa, a la espera a que llegue su orden. Lleva una sudadera negra que le queda ligeramente grande y aún conserva el gorro sobre su cabeza a pesar de que dentro del establecimiento hay calefacción. Yuta intentó ir un poco más formal, con un saco color blanco, el cual está seguro que saldrá apestando a demonios porque se han ido a sentar a la zona de fumadores.
El café no llega, y TaeYong comienza a mostrar signos de ansiaedad, estrujando sus propios dedos de manera cruel. Yuta nota marcas rojas a lo largo de sus manos, y se pregunta que manias desagradables tendrá el muchacho. Finalmente, TaeYong enciende un cigarrillo, y a Yuta le entran ganas de echarse a llorar porque, aunque de vez en cuando él mismo fuma, como un vicio ya es molesto.
Por fin la camarera aparece, y sin parar de menear sus caderas en busca de la atención de TaeYong, deja una rebanada de pastel de té verde frente a Yuta y un capuchino para cada uno. El japones le lanza una mirada asesina a la mujer mientras se marcha por las escaleras de vuelta al primer piso, a la cocina, y TaeYong se burla de su arranque de celos.
«Tonto. Ni siquiera la miré.»
Yuta frunce el ceño y respira profundo para calmarse. Luego, empuja la rebanada de pastel en medio de ambos.
«Como parece que no vas a hablar mucho, mantendré tu boca ocupada.»
A TaeYong se le cae la mandibula ante aquellas facilmente malinterpretables palabras, pero pronto una cucharada de pastel se encuentra sobre su lengua, y se ve obligado a cerrar la boca para masticarla.
«Es mejor esto a que fumes.» Le dice el más joven, pero TaeYong no responde. Se concentra en masticar y tragar.
Yuta reparte el pastel equitativamente; una curacharada para él, otra para TaeYong. Sin embargo,comienza a aburrirse, y si vino ahí, fue para probar a una relación con el mayor, así que necesitan conocerse a fuerzas.
«Bien, Tae... cuentame de ti. Digo, apenas sé tu nombre y donde vives, y si conosco el lugar donde trabajas es porque eres mi comprañero.»
«Lee TaeYong, 24 años, 1 de julio de 1995. Mido 1.75 m y peso 59 kg...»
«Maldita sea, quiero ser tu novio, no que te unas al ejercito.» Gimotea Yuta. TaeYong deja escapar un largo suspiro, mirandole con sus ojos de cachorro.
«Lo siento, es qué... No suelo tener citas, no me interesa mucho. Solo dame un momento... Bien, ahora sí: estudié literatura, y en la carrera comencé a escribir guiones radiofonicos para un amigo que estudiaba locución, DoYoung; por eso terminé por dedicarme al guionismo. Me gusta cocinar, no me gusta la mugre, sin embargo me muerdo las uñas y fumo mucho pero me he acostumbrado a la esencia que deja. Tengo un leve TOC, por lo que necesito mantener las cosas en orden la mayor parte del tiempo, pero no es nada grave. Me gustan los lugares tranquilos y el clima influye mucho en mi estado de ánimo. Además, tengo atopía, por eso mi piel es muy sensible y se lastima con facilidad.»
Sacude sus dedos frente a Yuta al tiempo que dice lo ultimo, y el menor sujeta sus manos entre las propias, notando lo heladas que están. Las acerca a su boca y deja chocar su aliento contra la piel ajena para hacerle entrar en calor.
«Eres frágil.» Concluye Yuta.
«No lo soy.» TaeYong casi parece ofendido.
«Está bien, me gusta. Parece que eres irrompible, lo que no saben los demás es que podrías venirte abajo con un solo golpe. Pero descuida, tu secreto está a salvo conmigo.»
TaeYong no sabe si está cometiendo un error al mostrarse sin escudo alguno frente a Yuta.
ESTÁS LEYENDO
keep me warm。 ㅡyutae
FanfictionTaeYong fuma porque sabe que nunca va a enamorarse. Entonces, ante todo pronóstico, Yuta apareces con sus brazos cálidos y su brillante sonrisa.