Capítulo 13

1.8K 167 97
                                        

Piper's PoV

Un mes, un maldito mes viviendo con esos aburridos. Y sin fiestas. Completamente horripilante.

Las peleas fueron constantes, pero, relajándome, traté de controlar la situación.

Pero al fin había llegado el momento que estaba esperando desde... Bueno, un mes. ¡Al fin volvíamos a tener fiestas! Todo ese tiempo había estado agonizando internamente. No podía esperar para comenzar a organizar la música con Calipso ya que esa vez nos tocaba a nosotras esa parte.

Hablando (¿o escribiendo?) de Calipso... Fui a hablar con ella ya que era fin de semana, había terminado todas mis tareas y estaba como una morsa tirada en mi cama boca arriba. Nico estaba cómodamente escribiendo en su celular con una sonrisa y cada tanto soltaba una pequeña risa. Ugh, seguro estaba hablando con su perra... Digo novio, a él no le gusta que le llame así. No lo soportaba, pero era mi amigo y vivir con ello no me iba a matar.

Bajé de mi cama y fui a la habitación de Cali. Al cruzar la puerta de mi habitación quedé media cegada por la repentina luz. Bueno, la habitación de Nico no era muy iluminada a decir verdad...

Cali tenía que compartir habitación con Clarisse. Suerte la suya a comparación de Frank, que se quedó con ese nerd... Leonel Vídes, o algo así. No me interesa. Yo sólo quiero pasar el rato con mi amiga para matar el tiempo.

Ella estaba escribiendo algo en un cuaderno y observé una revista de moda a su lado. Clarisse no se encontraba en la habitación.

—¡Cali! ¡Estoy aburrida! Hablemos, o lo que sea —me tiré de panza en su cama y ella giró la silla de su escritorio.

—Estoy escribiendo, ¿necesitabas algo? —preguntó.

—¿Eres sorda o qué? Acabo de decir que estoy aburrida y quiero hablar sobre cualquier cosa contigo —rodé los ojos.

—No estoy sorda, pero probablemente esté cegada de amor —dio un suspiro romántico. No me digan que otra vez se "enamoró".

—Dioses... ¿Quién es el afortunado?

—Verás... —ella parecía media incómoda—. El afortunado es Cameron Brooks —Me sonrió inocentemente.

—¡¿Es que estás loca o qué?! ¡¿No te das cuenta que ellos son capaces de arruinar nuestra vida?! Si él se da cuenta de que sientes una especie de atracción por él, te va a destrozar. Y tú lo sabes. Cali, quiero lo mejor para ti y estoy segura de que hay muchísimos chicos mejores —suspiré mirándola fijamente.

—¡Tú no sabes lo que es mejor para mí! Ya estoy destrozada, lo puedo superar si es que él es capaz de romper mi corazón. No me importa. No lo comprendes. Él es perfecto, su cabello azabache que nunca se ordena y todo el tiempo trata de acomodárselo, sus profundos ojos que te dejan embobada cuando los miras, su forma de caminar como si la vida estuviera de su lado. Es completamente hermoso. No importa lo que digas, lo que importa es lo que siento. Y punto. Si tienes otra opinión puedes metértela por donde tú ya sabes —se cruzó de brazos y volvió a girar su silla.

—Tú no sabes qué es amar —dije firmemente llamando su atención.

Ella giró bruscamente con una cara de indignación inimaginable.

—Mira quién viene a hablar, la que no puede mantener una relación por más de una semana.

Oh dioses, que no empiece.

Recuerda, sólo sexo..., habló mi odiada conciencia que sospechosamente (inserte sarcasmo aquí) sonaba como mi madre.

«Yo sé qué es el amor, y claramente el sexo no es parte de eso» le grité internamente.

¿Vivir con ellos? ¡¿En serio?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora