Mi cabello se removió por la suave brisa a la oscuridad de la noche. Era un callejón, apenas se podía ver y la luna alumbraba lo que los faroles no podían. El soplido del viento se escuchaba a lo lejos y un escalofrío recorrió mi cuerpo, el afán de salir corriendo me invadió por completo. Pude captar un olor nauseabundo que suponía venía de las alcantarillas que estaban cerca de donde me encontraba, todo en la escena gritaba que saliera de allí y volviera a casa que es donde pertenecía.
No había nadie transitando las calles, en Brooklyn suelen pasear las personas a tantas horas de la noche.
Todo era demasiado extraño, nunca había estado en ese callejón y es que no suelo estar por estos lugares llenos de peligros, las personas en estas zonas no suelen ser muy amables y correr es lo que tendría que haber hecho.
Lo más raro era que no sabía como había llegado hasta allí, no sé si alguna vez has visto las pelis de terror en donde los personajes son acorralados en los callejones y al otro día encontrado dentro de un basural por un vagabundo...
Qué va! Es un poco loco.
Susurros se oían detrás de unos contenedores de basura y un fuerte grito se oyó en ese mismo lugar, miedo era lo que sentía...
Una pequeña niña que aparentaba unos nueve años salió de allí atrás, parecía asustada y lo peor era que sentía como si la niña pudiera trasmitirme las mismas sensaciones, la conocía, su color de cabello, su rostro, la conocía perfectamente...
Era Maddie, la pequeña hija de los señores Carter.
¿Qué hacía ella aquí? ¿Por qué estaba Maddie en un lugar como este? ¿Qué carajos estaba pasando?
Cuando Maddie capturó mi mirada de horror, ella se apresuró en acercarse hacia mi pero algo la sujetó de su pequeño pié y tiró de él haciendo que Mad cayera al piso. Estaba paralizada por lo que estaba pasando y tenía miedo por lo que le pueda pasar a la niña que había cuidado tantos años...
- ¡Lili!. - fue lo último que oí antes de sentir como alguien sujetaba de mi cuello y dentro de mis pulmones dejaba de pasar oxígeno, todo se volvió absoluta oscuridad en ese mismo momento.
