Capítulo 5.

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Victoria había empezado a recorrer el abandonado edificio en busca de una pronta salida. Sophie sabía que la única salida posible eran aquellas escaleras que estaban apunto de desmoronarse y que Victoria no las encontraría sin su ayuda, por lo que no se apresuró y lentamente guardó todas sus preciadas fotos en aquella mochila. Al finalizar, salió en busca de su amiga, la escuchó llorando desconsoladamente un piso más abajo de donde se encontraban, corriendo de lado a lado sin hallar una salida.
—¡Victoria!, Ya cálmate. Mencionó en un tono burlesco.—

Sophie bajó al piso en el que se encontraba su amiga y esta al verle comenzó a llorar aún más desconsolada. Victoria trataba de alejarse de Sophie, en un momento en que Sophie intentó tomarla por su camisa, Victoria retrocedió sin mirar a sus espaldas. Lo último que se escuchó aquella noche fue un grito de sorpresa de Sophie, al ver que su amiga había caído al vacío por aquella ventana, 3 pisos abajo.

Sophie buscó rápidamente las escaleras y bajó en ellas para auxiliar a su pequeña amiga; Victoria había caído en dónde alguna vez se encontró un ante jardín con cientas de hermosas flores, pero que ahora no era más que un montón de tierra llena de minúsculos insectos.
—Al menos la tierra amortiguó el golpe.— pensó Sophie.
Victoria estaba inconsciente, probablemente con un brazo roto y con decenas de moratones por todo su cuerpo. Sophie intentó cargarla, pero no lo consiguió, por lo que optó por volver al pueblo y buscar ayuda.
Corrió hasta llegar al pueblo y una vez allí pidió ayuda a unos hombres que se encontraban cosechando la tierra; estos fueron al edificio abandonado y trajeron a Victoria en brazos hasta el único centro de salud del poblado.

La primicia ya había recorrido todo el pueblo, y los últimos en enterarse fueron los angustiados padres de Victoria. Salieron apresurados camino al hospital, allí se encontraban las autoridades del pueblo pidiendo la versión de Sophie, la cuál mintió diciendo que habían estado jugando en aquél edificio, y que Victoria había resbalado y caído por la ventana.
Los padres de Victoria sabían que la niña mentía, conocían a su hija y sabían lo cuidadosa que le habían enseñado a ser, fuera de conocer su temor por los lugares abandonados.

Luego de que la policía cuestionara a la pequeña niña alrededor de 20 minutos, los padres de Victoria se acercaron a ella y le prohibieron rotundamente volver a juntarse con su hija.
—Sobre mí cadáver volverás a juntarte con Victoria-Mencionó la madre.—
—Sobre el mío. dijo sonriente mientras salía brincando por la puerta del hospital.—

Luces fuera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora