No está. No hace mucho que se fue pero ya noto su ausencia, me he acostumbrado demasiado a ella. Siento una gran necesidad de leerla, de escucharla. En cierto modo he empezado a depender de ella para varias cosas.
Llevo horas dando vueltas en la cama. En esta habitación fría y oscura no hay nada más que yo, unos cuantos muebles y un móvil que no me notifica ningún mensaje suyo. Puede sonar egoísta... Que digo, ES egoísta por mi parte pero deseo que vuelva ya para que hablemos, para sonreír otra vez más a causa suya, para que me cuente cómo fue su día, lo que le hizo bien y lo que no le gustó, lo que piensa, lo que siente y lo que imagina, para aprenderme sus distintas formas de decir "hola" acordes a su estado de ánimo, para disfrutar un poco más de su compañía, para sentirme bien, para notar todo lo que causa en mí, para sentir que me quiere y quererla yo un poco más.
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Cartas para ella
RomanceÉrase una vez... No... Espera. No voy a empezar este libro como se empiezan las típicas historias porque no es una típica historia. Aquí voy a transformar mis pensamientos y sentimientos en palabras. Os voy a contar la historia de cómo conocí a ESA...