Cartas para ella

Esta es la última carta que te escribo.

Puede que me leas. Espero que no porque las siguientes palabras te podrían doler. Podrían hacer que me odies si es que no lo haces ya y todavía no me lo has confesado; como muchas otras cosas que has preferido callar o directamente mentirme.

No soy de arrepentirme por nada de lo que hago y digo, ya lo sabes. Pero para todo hay una excepción y sintiéndolo mucho en este caso tú la eres.

En este momento mis sentimientos están siendo tan contradictorios como tú; porque agradezco cada segundo que he pasado a tu lado pero a la vez tú eres el único error de mi colección que evitaría cometer. No por el daño que me has hecho, que en parte me lo he buscado por ser tan gilipollas de seguir detrás de ti incluso después de quitarme la venda de los ojos y ver la realidad, pero sí porque en vez de ser sincera preferiste jugar conmigo y destrozar mi corazón por pura diversión. Preferiste ilusionarme cuando tenías claro que no sentías nada por mí. Preferiste darme esperanzas de poder volver algún día a tu lado cuando ya habías soltado mi mano y volado muy lejos de mí.

¿Tanto te cuesta ser sincera al menos una vez sobre lo que sientes y lo que no? Por decirme la verdad no me vas a romper el alma; al menos no más de lo que ya lo has hecho.

Me arrepiento de haberte amado tanto, de haberme enamorado porque para ti solo soy un juego con el cual entretenerte en tus momentos de soledad, y lo peor de todo es que se te da mejor que a mí jugar.

Me arrepiento de haberte entregado todo de mí, de haber intentado ser lo mejor que he podido para ti porque lo has ignorado.

Me arrepiento de haber hecho por ti todo lo que hice porque no lo has valorado. Y nunca antes he hecho todo esto por nadie.

Me arrepiento de haberme vaciado para llenarte, de haberme roto para intentar complementarte porque para ti fue indiferente.

Y me duele arrepentirme de todo esto porque en su momento siempre me sacaste una sonrisa, llegaste a hacerme feliz y llenaste el vacío que sentía, pero ahora... Ahora solo queda tristeza y un dolor tan intenso y desgarrador que me deja sin ganas de levantarme.

Pero a ti todo eso te da igual. Te trae sin cuidado si me dueles o no, lo único que quieres es tenerme comiendo de tu mano por alguna razón que desconozco.

Quieres que yo te quiera pero tú no me quieres.

Quieres que te valore pero tú no me das importancia.

Quieres que esté siempre para ti pero muchas veces cuando más te necesito es cuando te vas.

Sé que te hice daño y rompí tu corazón y tus ilusiones pero creo que no me merezco que me trates de esta manera.

Tú tienes la buena suerte de que como para ti no soy nada, puedes seguir adelante. Puedes volver a "enamorarte", puedes ser feliz, encontrar a otra persona (que además ya lo has hecho) y dormir tranquila pensando en que ese alguien te quiere y que incluso pueda llegar a amarte tanto como yo.

Pero yo tengo la mala suerte de no poder avanzar ya que para mí tú eres el maldito universo. Por desgracia (y por gilipollas) sigo aferrándome a ti y a las putas falsas esperanzas que me das. Por las noches ni siquiera puedo dormir porque mi mente está tan llena de recuerdos, tristeza y dolor que el sueño me dice "yo aquí no quepo". Tengo la mala suerte de estar ahogándome en este mar de tristeza con tus palabras tirando como peso y haciendo que me hunda todavía más. Y es que no sé porqué todavía dejo la puerta de mi corazón entreabierta para ti, tal vez al igual que tú, tenga miedo a la soledad.

Si, eres increíble, no lo niego, pero también eres una cabrona. Eres un infierno que sabe disfrazarse de cielo. Sabes portarte bien y también sabes portarte mal, y pobre del que tenga que soportar tus putadas porque puedo garantizar que duelen y queman.

No sé si me ha tocado solo a mí ser un juguete más en tu baúl o si lo haces con todo el mundo, pero por favor, no sigas haciendo daño a quien te quiere de verdad. No mientas sobre tus sentimientos ni te apresures a decir "te quiero" si realmente no lo sientes o no estás segura de ello. No ilusiones a alguien si no le quieres en tu vida. No des esperanzas si no vas a dar luego tu corazón. No le rompas el alma a una persona por simple diversión o aburrimiento. No des amor si al día siguiente piensas arrebatarlo de golpe. No engañes diciendo que te estás enamorando si tras decírselo le vas a hacer a otra persona creer lo mismo.

Si me hubiera dado cuenta antes de que llevo un cartel en la frente que dice: "juega conmigo, rompe mi corazón y cuando te canses tírame a la basura", te lo habría ocultado, porque has seguido sus instrucciones al pie de la letra.

Te has divertido mintiéndome y jugando conmigo como si nunca hubiera tenido ni siquiera un mínimo de importancia para ti. Y me lleva a pensar que realmente nunca sentiste nada de lo que me hiciste creer, que todo eso solo fue algo más en tu lista de cosas que fingiste.

Todavía no entiendo la razón y espero no entenderla nunca, porque de ser así me comería aún más la cabeza por algo que no vale la pena; por alguien que ha resultado no valer la pena.

Lo siento si estás leyendo esto y mis palabras te hieren pero tú me has destrozado el alma y lo peor de todo es que lo sigues haciendo en cada oportunidad que tienes, y es que te he dado muchas para que pudieras de una vez ponerle fin a esta nube de tonterías, dolor, mentiras y engaños pero siempre has elegido seguir jugando conmigo.

Puede que pienses que me estoy haciendo la víctima y que la única que ha sufrido has sido tú por el daño que te hice pero es que no tienes ni idea de todo el dolor que me estás causando con tus ilusiones de mierda y tus malditas y falsas esperanzas.

Me gustaría poder ser un poco como tú, tan indiferente y poco constante.

Tan independiente en esto de los sentimientos.

Que un día quiere y al siguiente olvida.

Que no se humilla ni pierde su orgullo por amor.

Un poco cobarde, que nunca lucha hasta romperse y no sigue adelante si ve al menos una pizca de dolor.

Me gustaría poder ser un poco como tú y aprender a querer menos. Entregar menos de mí.

Que no me afectara tanto hacer daño a los demás.

Poder pensar más y sentir menos.

Tener tanto miedo al daño que eso hiciera que dejara de tirarme de cabeza en el amor.

Me gustaría poder ser un poco como tú e ignorarte y recurrir a ti solo cuando me aburra.

Poder darte poca importancia, ser indiferente.

Me gustaría poder ser un poco como tú y sentir por ti lo que tú sientes por mí: nada.

Me dueles como nunca antes nadie me ha dolido. Me has destrozado de una manera tan jodida que me costará demasiado recuperarme, si es que lo consigo, pero no te odio y odio no poder odiarte. Ojalá dejaras de importarme. Ojalá dejaras de doler tanto. Ojalá me dejaras ser libre, y como tú, arrancar las raíces que he echado a tu alrededor y poder volar lejos de ti.

Y ahora gracias a ti, me he cansado del amor y me aterra volver a enamorarme.

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