La vida no es un videojuego

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Desperté y Harry estaba al lado mio roncando como si no hubiera un mañana. Al verlo me corrí de un salto y caí al suelo. Esta vez no me voy a enojar, o sino va a pensar que soy débil y yo soy muy fuerte. Agarré una camisa sin mangas blanca, un short negro y unos tacos del mismo color del moño que descansaba en mi cuello. 

Me fuí a la cocina y me preparé un tazón de leche con cereales. Comí y ni me molesté en prepararle uno a Harry, seguramente despertaría tarde y hecharía a perder comida que nos hacer falta, porque bueno, vamos a vivir en el mismo lugar con la misma comida y desgraciadamente, con la misma persona por tres largos meses, y cuando digo largos me refiero a largos. Solo pasó un día y ya estoy cansada de convivir con Harry. 

—Hola— dijo una voz ronca. Me dí vuelta y casí me atraganto con el cereal, estaba despeinado con una musculosa y un pantalón de pijama.— ¿Y mi comida? no te olvidaste de mí otra vez ¿verdad Poopey? 

Estuve apunto de sacar humo por los oídos, pero me límite a decir: 

—Creo que eres lo suficientemente capaz de agarrar un recipiente, servirle leche y ponerle cereales en sima.  

—Que ternura —dijo sarcásticamente —pero no, mi mamá siempre me lo hacía así que manos a la obra. 

—Yo no soy tu mamá. 

—Esta bien, —bufó —pero al menos ayúdame a prepararlo. 

Suspiré y me levanté cuidadosamente. Deje lo que alguna vez fue mi desayuno para lavar y me volí a Harry. Tomé un tazón y lo dejé e la mesada.

—Saca de la heladera la leche. —Hizo lo que le dije y lo apoyo al lado del tazón. 

—Ahora ponlo dentro de esto —dije señalando el recipiente. 

El puso toda la leche dentro, es decir, puso el CARTÓN de la leche dentro de el tazón. Empezé a reírme con muchas ganas.  

 —No, no, no y no. Se supone que— puse su mano en el cartón y lo incline en el recipiente- y luego lo inclinas así...— él me miraba fijamente a los ojos.

Los tenía tan verdes que era casi imposible despegarse de ellos. El resto del mundo despareció de un instante al otro, se acercó y... Sonó el teléfono. Nos separamos rápidamente y fingimos que eso no había pasado. El tazón estaba un poco más bajo del borde. Yo fuí a atender y encontré una voz femenina del otro lado. 

—Hola —era Perrie. 

—Hola, si quieres hablar con Harry esta tratando de hacer su desayuno. 

—¿Dejaste a Harry solo en la cocina tratando de preparar comida? , Te advierto que si explota la casa no se va a hacer cargo. Pero no, no estaba buscando a Harry. Te buscaba a tí. 

—¿A mí? 

—Si, tengo un trato. Yo no quiero que pase nada entre ustedes como tú no quieres que pase nada entre Zayn y yo— dijo nerviosa- .Solo te pido que no vallan a hacer nada, él es todo para mí. 

—De eso puedes estar segura, también me fijaré que no mire a ninguna otra chica. 

—Te la debo. Adiós. 

—Adiós. 

Dejé el teléfono y fui con Harry que revolvió cada uno de las lacenas en busca de los cereales. 

—¿Sabes donde está el cereal? 

—¡Harold! los cereales estaban en la barra. 

—¡Pudiste haber avisado! 

Iba a replicar pero en vez de eso empezé a ordenar el desastre causado por Harry. Mejor dicho uno de los desastres causados por Harry. Terminé y ví como Harold intentaba lavar una cuchara. 

Parejas disparejas- Jarry (Parte I terminada, II en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora