Todos los días paso por la misma florería, no es que me gusten las flores, de hecho soy alérgico a ellas.
Lo hago para ver al chico del mostrador; el chico de las plantas.
No me malentiendan, no es como que me guste acosar personas. Pero hay algo en él que me llama la atención.
Todos los días, a las 8:30 de la mañana (a esa hora abren) entro a la florería y me pongo a ver las mismas flores.
- ¿Puedo ayudarle?
- N-no, estoy bien.
Es la misma pregunta cada día, su misma voz, su misma cara de seriedad, sus mismos hoyuelos al sonreírle a los otros clientes y sus mismos ojos grises.
Pero por alguna razón nunca me canso de ello.
Esto de ir a la florería empezó hace más o menos dos meses; me había encontrado al chico de las plantas en el metro y lo seguí hasta donde trabajaba.
Nunca hemos tenido una conversación más allá del "¿puedo ayudarle?"
Hasta ahora, claro.
Hoy era una de esas mañanas en las que me dirigía a la florería, sólo para contemplar su rostro.
- ¿Puedo ayudarle? esas flores son bonitas, ¿le gustaría un ramo de esas? - el chico vino hacia mí y me puse nervioso, nunca me había dicho tantas palabras en una frase.
- N-no, gracias, soy alérgico a las flores.- me quedé callado unos minutos y el chico se rió.
- ¿Entonces qué hace en una florería?- al entrar en cuenta de lo que dije, me sonrojé.
- E-es cierto, qué tonto soy...- me dirigí hacia la entrada y a pesar de escuchar al chico pedirme que esperara, no me detuve.
Al final no volví a entrar, divisaba al peli-negro desde la ventana y con eso me bastaba y sobraba.
Después de todo tenía que ver su rostro, me había vuelto dependiente de verle. A veces hacíamos contacto visual y por alguna razón sentía mariposas en mi estómago.
No me molestaba del todo sentirme así.
Un día me encontré al chico de las plantas en el metro, sentí una especie de deja vú. Éste tenía sus ojos grises tapados por su pelo y su piel más blanca de lo normal. Bajó dos estaciones antes de la florería (lo cual no era propio de él); así que bajé para seguirle.
Fue un largo camino; pero al final el chico de las plantas entró a la florería como era de costumbre. Las luces estaban apagadas y dos grandes rejas tapaban las ventanas. Esperé hasta las 8:30, en una esquina donde no podía verme pero yo sí a él.
- ¿Desde cuándo esto acosar a un chico se volvió una costumbre?- me murmuré a mi mismo y suspiré, habían pasado tres semanas desde que no volví a entrar. Por lo que me armé de valor y entré por la puerta, si tenía suerte no me reconocería.
"¿Puedo ayudarle?" escuché una voz grave al lado mío, al darme la vuelta vi al chico de las plantas, aunque sus ojos seguían tapados por su pelo.
- N-no gracias, no compraré nada.
- Ah, tienes razón, eres alérgico a las flores.- me exalté ante esa oración, o sea que después de todo si me recuerda...- Perdona la pregunta ¿pero acaso vienes a verme a mí en vez de las flores? sólo bromeo.- el chico río, extrañaba esos hoyuelos que se formaban en su rostro al sonreír.
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Green. (Yaoi/Gay) [FINALIZADA]
RomanceTodos los días paso por la misma florería, no es que me gusten la flores, de hecho soy alérgico a ellas. Lo hago para ver al chico del mostrador; el chico de las plantas. No sé desde cuando esto se volvió una costumbre. Pero no me molesta sentirme a...