Capítulo 12 - No es que entienda demasiado de humanos...

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Este capítulo no esta editado, así que si hay alguna falta de ortografía o gramática, la escritora está en ello.

Capítulo 12 - No es que entienda demasiado de humanos...

-Quieres decir que... ¿eres humana? –preguntó no demasiado seguro.

-Sí... y no. Soy las dos cosas. Pero hasta el otro día no lo sabía. Es complicado.
Pero no puedo decirte quien soy.

-¿por que? Eso no lo entiendo...

Porque se convertiría en burbujas.

- ¿¡Otra vez tú?! –grité sin pensarlo. Entonces vi que Zeta aún me estaba mirando como si estuviese loca.– lo siento, yo... no me hagas caso, simplemente no puedo decírtelo.

-Oh, vaya... Bueno, me llamo Zeta.

Sonreí.

-Encantada de conocerte, Z... –de repente, antes de que acabase de hablar  una mano me agarró la aleta y me metió bajo el agua. Grité hasta que se me llenó la boca de agua. Abrí los ojos pero solo había burbujas, moví la cola frenéticamente hasta que le di un golpe a quien me hubiese cogido y nadé hacia la superficie. Salí y busqué a Zeta con la mirada, estaba en el mismo sitio, con los ojos abiertos como platos. Antes de que pudiese decir nada una cosa azul salió de dejado del agua y a mí se me iluminó la mirada.
-¡LUCA! –me lancé encima suyo olvidando que Zeta estaba allí y lo abracé muy fuerte. Sentía algo que no podía describir y se me hacía muy raro. El hecho de que le quisiese tanto de haberlo visto solo a través de una pantalla me extraña mucho.
Claro, luego estaba el tema de las conexiones y tal. Pero algo no me cuadraba.  Me separé y lo miré.

-Antes de que digas nada, puedo hacerme grande, quiero decir, de tamaño humano. Es muy eficaz cuando vamos a su mundo. –el hecho que dijese su mundo, y no tu mundo, demostraba que me veía como uno de ellos, y aunque lo apreciaba, había vivido todos estos años en la tierra, no es fácil para mí desprenderme de ello.

-Luca... ¿donde estás? -de repente una sirena rosa apareció cargando dos cajas tan grandes como su cabeza.

-¡Katia! –la avisé de dónde estábamos y de repente me acordé de algo, Zeta.
Nadé hasta la superficie pero ya no estaba, se había ido.

-¡Skyler! ¿Donde está Aqua? Deberías estar en la cama, traemos medicinas, vamos, démonos prisa.
Cogí el collar y me lo puse, rápidamente apareció el bañador, nadé hasta una de las rocas y subí, caminé hasta la ropa, la saqué y me la puse, o al menos lo que había, ya que mi camiseta había desaparecido.
De repente una chica y un chico se pusieron detrás mío, salté asustada, pero luego me di cuenta de que eran solo Katia y Luca.
Katia llevaba un vestido de palmeras y el pelo recogido en una coleta de lado, y Luca iba con unos pirata negros y una camiseta negra de algún equipo deportivo.

-No es que entienda demasiado de humanos... pero creo que te falta una casimeta.

-camiseta, y ya lo sé, alguien me la ha quitado... ¡joder! –chillé yo, frustrada, con miedo de que quien la haya encontrado  hubiese sido Zeta.– no importa, no es tan raro que vaya medio en bañador, ¿no?

-¿segura? –pregunté Kayla preocupada, ella y Luca no dejaban de mirarlo todo alrededor.

-Claro –respondí mientras me abanicaba con la mano, me hice un moño, y al hacerlo me toqué el broche, no podía llevarlo, si lo hacía, Zeta se daría cuenta. Lo guardé y hablé – será mejor que nos vayamos ya, Aqua puede estar mal y yo ya tengo calor.

-¿por qué ni dejáis de mirarlo todo? ¿Nunca habéis salido del mar?–pregunté curiosa.

-Yo vine una vez –habla Katia– pero no pasé de la playa, como aún no había conocido a Aqua, no podía salir, los thesarum no salimos del agua hasta que tenemos la conexión con una sirena.

-Vaya... ¿cuando conociste a Aqua, entonces? No debe hacer muchas años. –respondí.

-De hecho hace tres años y... –ahogó un grito– ¡la semana que viene hará cuatro! ¡Hagamos una fiesta!

-No me van mucho las fiestas. –dijimos Luca y yo a la vez.

-Vaaaya, esto es raro. –dijo Katia riendo. –Pero en serio, hay que hacerle una fiesta, la semana que viene es su cumpleaños.

-¿Os conocisteis en su cumpleaños? –pregunté.

-Sí.

-¿Y que hay de ti, Luca? Deduzco que no has salido nunca...

-Pues la verdad es que no, alguna vez he mirado desde el agua, o he visto algún barco, pero ya está.

-Eso se puede cambiar, ¿que os parece si quedamos éste fin de semana para que os enseñe todo esto? A Aqua también le iría bien.

-¿De verdad? ¡Oh, gracias Sky! –Chilló Katia y me abrazó. Era igual que Aqua, tenían el mismo entusiasmo en todo lo que hacían.
Miré a Luca, pero él solo nos miraba divertido, se encogió de hombros y sonrió. Pero en sus ojos podía ver el entusiasmo y las ganas que tenía.

No hablamos más hasta llegar a la puerta, donde estaban Alex y el imbécil del chico hablando, caminé hacia ellos con Luca y Kayla siguiéndome confundidos.

-¡Al! –me miró y por la sonrisa que le apareció en el rostro pude ver que estaba agradecido, luego su mirada fue a parar a mi bañador y frunció el ceño.

-¿olvidaste ponerte camiseta? –Sonrió y me abrazó. Entonces miré hacia Josh y lo descubrí lanzándome una mirada que, si pudiese, me mataba allí mismo.

-¿tienes algún problema, imbecil? ¿Que haces con él?. –me giré a mirar a Alex que aún tenía su brazo alrededor de mi cintura.– ¿que hace contigo?

Se rascó la nuca con la otra mano y suspiró.

-Tenemos que hacer un trabajo juntos, he intentado que me cambiasen de pareja, pero éste tío es imbécil y no quiere cambiarse.

-¿es eso cierto? ¿No puedes simplemente dejarle en paz? Que vas a hacer, ¿meterte con él hasta que te aburras? ¡Arrrg! –respiré ondo y le miré a los ojos– ¿sabes que? – le apunté con el dedo a la cara ignorando el calor que me había entrado de repente– como vea, oiga o lo que sea que le dices algo malo, te perforaré un pulmón con un sacacorchos, ¿entendido?– asintió lentamente y yo me abaniqué con la mano la cara.
–Que calor... ¿no tenéis calor?

–Luca, su pelo... –escuché que alguien decía detrás mío, «Katia» pensé.
Me agaché un poco la cabeza y vi que el pelo se me estaba poniendo rojo.
De repente me empezaron a fallar las piernas y me caí, lo último que vi fue los brazos de Luca que me sujetaron.

N/a: Primero de todo quiero decir que lo sé, que es muy corto, cuando acabe con la novela lo editaré supongo.

¡Nos leemos luego!,
-V

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