-Esto no está bien-dije insegura.
-Sólo relajate, no tengas miedo-.
-Es en serio-me senté de nuevo sobre el sofá en el que estabamos recostados-no se siente bien.
-¿Qué es lo que te preocupa?-preguntó acomodandose a mi lado-nadie se va a enterar.
-Sabes que lo harán, y la que terminará lastimada seré yo-comencé a frotar mis manos ansiosamente.
-Lo estás haciendo de nuevo-tomó mis manos-relajate, por favor.
-Estoy relajada-solté levantandome de mi lugar.
-Belle-se levantó y colocó sus brazos al rededor de mi cintura-no puedes dejarme así, vamos. Volvamos al sofá y continuemos lo que estabamos haciendo, ¿si?
-¿Cómo sé que después de esto no me vas a dejar de hablar?-.
-Isabelle-dijo mi nombre con tedio-sabías lo que pasaría si venías aquí. Y ahora, aqui estamos los dos, y estabamos bien antes de que tuvieras tus dudas. ¿Podemos dejar de lado tus dudas?, vuelve aquí-se sentó en el sofá una vez más.
-Te das cuenta que si seguimos con esto, lo que sea que estemos haciendo, algo saldrá mal, ¿no?-.
-Sí-bajó la mirada-bueno, no necesariamente.
-Sabes que sí-lo miré desde donde estaba parada-uno de los tres va a terminar mal.
-Tienes razón-hizo una mueca.
Nos quedamos en silencio por un momento, mirandonos, sin saber que decir.
-Creeme, Charlie-me acerqué a el y me senté a su lado-no tienes idea de cuanto quiero que pase esto, pero está esa pequeña voz en mi cabeza que me dice que no debo hacerlo.
-Te entiendo, pero eso no hará la diferencia-.
-¿La diferencia en que?-pregunté confundida.
-En como debamos comportarnos-.
-¿A qué te refieres?-.
Soltó una pequeña risa y luego me miró.
-Nada, olvidalo-.
-No, dime-.
-Bueno, que hagamos lo que hagamos, esa voz siempre va a estar ahí-.
Volvimos a guardar silencio, y duramos asi unos minutos, los mas largos de mi vida.
¿Cómo me había metido en esto? Nunca quise ser "la otra", cuando era pequeña me decían que era lo peor que alguien podía hacer. No lo había entendido hasta ahora.
Charlie siempre ha sido encantador conmigo, hemos sido amigos desde que tengo memoria. Digamos que siempre hubo cierta chispa de atracción entre el y yo, pero nunca había llegado a pasar nada, hasta ahora.
Se sentía bien estar con el, es decir, era algo nuevo para mi, y él lo hacía todo más especial. El único problema era ese minúsculo detalle, la razón por la que me sentía tan mal. Su novia.
No importa que tanto quisiera estar con el, o lo mucho que quisiera que terminara las cosas con su novia. El terminaría eligiendola a ella, era mas que obvio.
-¿No te preocupa?-le pregunté rompiendo el silencio.
-¿El qué, que se entere?-hizo una pausa-no lo se, ¿debería preocuparme?
-Es tu novia-le dije desanimada.
Se quedó callado una vez más.
-Charlie-me acerqué más a el-¿eres feliz con ella?
Se quedó pensando.
-¿Charlie?-.
-Pues, supongo que si-dijo por fin.
-¿Entonces que estamos haciendo?-.
-Pues nos estabamos besando, no se si recuerdes-dijo sarcástico.
-¡Charlie!-solté una pequeña risita-hablo en serio.
-Y yo tambien-me dijo desesperado-¿no podemos volver unos minutos atrás y seguir besandonos como lo estabamos haciendo?
-¿Eres feliz conmigo?-pregunté.
-Si-respondió sin pensarlo-claro que si, siempre me he sentido feliz cuando estoy contigo.
-Entonces, ¿qué haces con ella?-.
-Isabelle-volvió a decir mi nombre con tedio-¿qué es lo que quieres que te diga?
-La verdad-.
-Bien, aqui va-tomó mis manos-es verdad que me importa muy poco si Kenya se entera, no por que no la quiera, sino porque no siento lo mismo por ella que por ti. Y no lo estoy diciendo solo para lograr acostarme contigo.
-Todo iba bien hasta lo último que dijiste-reí sarcástica-es increíble como no te puedes tomar en serio lo que estamos hablando.
-Yo digo, que menos charla y más acción-agregó coqueto acercandose a mi para volver a besarme.
-Charlie, para-le pedí.
-Deja de pensar en ella Belle-comenzó a besar mi cuello-dejate llevar, ¿quieres?
No pude seguir hablando, si abría la boca una vez más mis suspiros hablarían por mí y demostratrían lo mucho que quería que esto pasara.
Logró recostarme debajo de el y de un segundo a otro estabamos besandonos de nuevo.
¡Dios! besaba tan bien. Me perdí completamente, me dejé llevar como me pidió. Deje de pensar en ella.
Pude haber hecho mal, pero ahora que estaba así con el, no había vuelta atrás. Ahora solo eramos el y yo.

ESTÁS LEYENDO
Short Stories.
Genç KurguCortas historias que incluyen a muchos de tus artistas favoritos. Amor, Comedia, Drama, Suspenso y mucho más. Sumergete en estas pequeñas historias y deja que tu imaginación vuele. Disfruta! TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. (No todas las historias...