Al salir del trabajo me encontré con mi hermoso novio esperándome en el hall del edificio, pasamos los torniquetes de seguridad y nos montamos en el coche con dirección a mi apartamento, en realidad era como una casa de muñecas, diminuto, aunque para mí era suficiente ya que vivía sola.
Me alegraba saber que eso acabaría, que no estaría sola nunca más.La casa de Justin es enorme, no entiendo como puede vivir ahí solo, si yo me sentía sola en mi diminuto apartamento me imagino como se sentía él. No sé cuantas veces lo diré pero estoy tan emocionada, me mudaré a vivir con la persona que amo, le veré todos los días al despertar y todas las noches su hermoso rostro será lo último que vea antes de dormir, no podía pedir nada mejor; no puedo explicar que tan feliz soy, creo que mi corazón explotará de alegria, no puedo esconder mi felicidad.
Sin darme cuenta llegamos a mi apartamento, saqué las llaves del bolso y bajamos del coche, entramos y subimos al ascensor, ninguno dijo una palabra.
Abrí la puerta de mi casa y entré lentamente, todo estaba vacío excepto por las cajas y maletas apiladas en la entrada, solté un suspiro.
Esta había sido mi casa desde que me mudé aquí y ahora tendría que dejarla, una sonrisa se dibujó en mi rostro cuando sentí unos brazos rodearme."Sé que te costará dejarla, te entiendo."
"Ya no, todo sea por estar con usted señor Bieber" dije sonriéndole a la nada.
Me giré aún en sus brazos y le abracé por el cuello. Juntamos nuestras frentes y finalmente nos unimos en un beso.
"Por ahora solo llevaremos las maletas, muero por llegar a casa y comer algo."
"Sí, yo también me muero de hambre."
Cogimos tres maletas y bajamos al coche, no es que tenga muchas cosas ya que tenía que dividir mi sueldo entre mi abuela y yo. Siempre le mandaba dinero ya que no vivíamos cerca y me preocupa su bienestar y su salud. Suspiré, hoy había tenido tanto trabajo que no había telefoneado a la abuela como solía hacerlo.
Sin darme cuenta ya habíamos llegado a casa. Mi nueva casa. Sería feliz debajo de un puente siempre y cuando Justin esté a mi lado.
Tengo unos ahorros y puedo permitirme ayudar a Justin con las necesidades de la casa, pero no creo que mi terco novio lo acepte y odiaría sentir que tengo la vida resuelta por el simple hecho de estar con él así que he llegado a la conclusión de que no le preguntaré simplemente compraré todo lo necesario en vez de que lo haga él.Justin entró al vestidor cargando las maletas, al entrar me dí cuenta de que no estaba vacío, Justin ya había usado algunos estantes y algunas perchas con zapatos y ropa, y era todo precioso. Le miré con confusión y volví la vista a unos zapatos de tacón color nude que estaban en un estante, aún llevaban etiqueta y casi me desamyo al ver el precio, mil dólares, unos Valentino. Miré a la izquierda, en el perchero colgaban 3 vestidos muy elegantes, un par de conjuntos de falta y americana y varias camisas. También habían algunos bolsos pero no quise ni imaginarme lo que habrían costado. Me giré para mirar a Justin, quien me miraba con una sonrisa en la cara.
"¿Qué es esto?" Pregunté.
"¿Te gusta? Es sólo un pequeño regalo, ví todo esto y no pude evitar pensar lo mucho que amarías todas y cada una de estas cosas."
"Todo es muy... Hermoso, y muy caro."
"Vamos, sabes que el precio para mí es irrelevante, sobretodo si se trata de ti." Me sonrió tiernamente.
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|• Mi Jefe 2 •|
FanfictionCuando Justin Bieber, el jefe de _____ García le confiesa su amor en una romántica escapada a Londres ella no puede evitar confesar que también está locamente enamorada de su oh tan gruñón jefe. Ahora deberán enfrentarse a Jeremy Bieber, el estricto...