A new way

Capítulo 4

*POV Lorena

Nos dentamos en uno de los sofás, los dos permanecimos en silencio, hasta que rompí el hielo.

-Bueno, me ha dicho Rebeca que querías decirme algo.

-Sí, a ver desde el día ese que nuestros padres se presentaron, no he dejado de pensar en tí y después en la fiesta...

-No me hables de la fiesta que acabé fatal- Interrumpí.

-Lo sé, estuve contigo.

-¿Cómo? Estuve toda la noche con Víctor  y... bueno en realidad no me acuerdo ¡¿Qué pasó?!

-Quería hablar contigo de lo que sentía, pero tú estado dejaba mucho que desear y decidí llevarte a casa, le pregunté a Rebeca donde vivías y me indicó el camino,Luego volvimos a la fiesta.

-Y... ¿Porqué Rebeca no me dijo que me llevaste?- Pensé en alto.

-Cuando llegamos Rebeca se fue y casi al final de la noche Rosa y ella iban muy pedo y Raúl se las llevó, seguramente no se acordaría, como te pasó a ti.

-¿Y Víctor?¿No estaba conmigo?

-No lo vi en toda la noche, cuando fui a hablar contigo, estabas sola en medio de la pista.

-No me acuerdo - Me eché las manos a la cabeza, seguidamente las quité , lo miro y le dije- Iván... se que vienes a decirme que te gusto, pero no puedo hacer nada, estoy con víctor, y el beso... solo fue eso, un beso.

-¿No te gustó? ¿No significó nada para ti?

-A ver sí... pero solo fue un beso- Repetí.Estaba super nerviosa.

El día en el que nuestros padres quedaron, salimos al balcón y bueno una cosa llevó a la otra y me besó.Fue increíble, me encantó, pero tengo novio y tiene que entender que no puedo.

-Vale... bueno, quiero que sepas que te estaré esperando...-Me dio un delicado beso en la mejilla y se fue.Me quedé un rato pensativa, hasta que alguien me tocó el hombre.

-¿Qué tal ha ido? No se te ve contenta -Era Rebeca, traía un aspecto raro.

-Vamos a casa y te lo cuento por el camino, no se te ve buena cara. ¿Puedo quedarme a dormir en tu casa?

-Claro, vamos.

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En el trayecto a casa, Lorena me contó todo lo que sucedió en la conversación. No me encontraba bien, tenía fiebre y la cabeza me iba a estallar. Cuando llegué a casa, me acosté en la cama, me tapé e intenté dormir.

-Toma esto, te sentará bien- Me había traído un caldito, zumo de naranja con miel y una pastilla para la cabeza. La miré y empecé a llorar.

-Ey, no me llores, tómate esto, ya verás como se te pasa el dolor...

-Te echaré mucho de menos, a ti y a todos- Suspiré.

-Nosotras también, pero volveremos a vernos y me prometiste que hablaríamos por Skype. No llores pequeña, estaremos aquí esperándote -Me abrazó.

-Gracias...- Dije limpiándome las lágrimas.

-Venga y ahora termínate esto y duerme, ya verás como mañana te encuentras mejor.

Me solían dar dolores de cabeza y fiebre y mi madre me preparaba sopas curativas, eran las mejores... la de Lorena no estaba mal, le faltaba un poco de sal... pero... las de mi madre son las de mi madre.Al terminar lo dejó todo en la cocina y se acostó a mi lado. A los cinco segundos las dos dormíamos.