17: La Fiesta |Parte II|

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Me di la vuelta rápidamente y le di un gran trago a la cerveza. El líquido bajo con pesadez por mi garganta, pero el efecto fue rápido. Me sentía un poco más libre en este momento.

- ¿Skylar? ¿Eres tú? -volvió a preguntar.

-Jacob. -saludé. -Qué bueno verte.

-Wow... de todos los lugares que ido este es el último en el que esperaba encontrarte. -comentó. - ¿Qué haces aquí?

-Divirtiéndome. -respondí encogiéndome de hombros.

-Skylar Reynolds en una fiesta. Eso no es de verse de todos los días.

-Que puedo decir. -dije indiferente.

El chico me observó de abajo hacia arriba. Mantuve la botella pegada a mí, como si mi vida dependiera de eso.

-Estás... cambiada. -mencionó. - ¿Te hiciste algo en el pelo?

-Bueno... solo lo corté un poco y ya. Nada fuera de lo común. -respondí.

-Te ves muy diferente. -murmuró. -Bueno, es que no te veo desde...

Asentí tratando de no verme afectada. -Desde ese día. Lo sé.

Fue ahí donde todo se puso más incómodo.

-Uhm... tu... ya sabes... ¿has ido a verlos? -preguntó.

Tragué duro. Suerte que la oscuridad me ayudaba a ocultar mi nerviosismo. -Algunas veces, si. No tengo demasiado tiempo. ¿Tu?

Negó. -No he ido.

- ¿Qué?

-Yo...

-Te escuché. -interrumpí. - ¿Desde cuándo?

-Sky...

-No no no. No trates de calmarme. -hablé. - ¿Desde cuándo, Jacob?

Suspiró. -No fui al funeral.

Cerré los ojos, molesta. ¿Cómo podía hacer eso? ¿Cómo lo hacía él?

-Sky, yo...

-No quiero escuchar nada, Jacob. -interrumpí. -No puedo creer que no vayas a visitarlos. ¿Al menos fuiste a ver a su madre?

Negó con la cabeza. -No puedo, Sky.

-Eres grandioso. -dije riendo sin gracia.

-Sky...

- ¡NO! -grité molesta. -Tu, su primo, amigo... casi hermano, eres la persona más idiota en este lugar.

-Tú no sabes que es lo que tengo que pasar, ayudar a mi tía y a mi madre. Todo esto está siendo duro. -dijo en voz alta.

-No eres el único que tiene que lidiar con ese tipo de cosas, ¿sabes? Yo también estoy pasando por mucho pero aun así los veo.

Rio con nada de gracia. -Sí, pero tú tienes la culpa, tú estabas ahí y no pudiste hacer nada.

Mis ojos se abrieron con sorpresa antes de que se empezaran a cristalizar. Está era la razón por la que no quería encontrarme con ellos, era un tren hacia ese momento de mi pasado del que me empeñaba a dejar atrás.

-Skylar, perdón yo... -empezó cuando se dio cuenta del error que había cometido.

Negué. -Vete al diablo, Jacob.

Me alejé de él, con botella en mano y un nudo en la garganta.

(...)

La música retumbaba en mi oído mientras que mis pies y todo el resto de mi cuerpo se movía el ritmo de la canción. No sabía cuántas cervezas había tomado, pero nunca me hacía falta una. Estaba borracha, demasiado, pero la estaba pasando bien.

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