—¿Cuáles podrían ser tus problemas?, ¿Qué una chica no se fije en ti? —preguntó Kyle.
—En realidad, realmente tengo muchos problemas. —Oliver se levantó el pulóver a la altura del codo. —Me siento un demente. A veces creo que lo soy... estoy mal. —Su muñeca estaba llena de pequeños cortes.
Ella los observó y tragó saliva.
—Cuando estoy drogada o muy mal también lo hago. Aún pienso que es una locura. —dijo Kyle. —Siempre soñé con el día en que alguien me ayude, ya sabes, como en las novelas, el chico que salva a la chica, que me acepte tal como soy pero que me ayude a salvarme. Que bese mis cicatrices y me diga que todo va a estar bien... pero, claro, sigue soñando, Kyle.
—Sé como se siente. —Oliver sonrió de lado. —Te sientes tan mal que la única manera que tienes para desahogarte es hacerte daño. Todos te dicen que está mal... pero lo único que necesitas es que te escuchen, no que te den consejos o te critiquen. Que te alienten a cambiar, no que te digan que debes dejarlo de hacer.
—Antes de mudarme veía a mi mejor amiga, ella era tan feliz... la envidiaba, sus padres peleaban todo el día y ella seguía feliz, todo el mundo la odiaba pero no le importaba, seguía sonriendo. Había alguien que la hacía sonreír y estar bien, su novio nunca fue el mejor novio del mundo pero era genial, tenía un gran sentido del humor y la hacía feliz, era lo único que le importaba. —Kyle agachó la cabeza y comenzó a sollozar. —Jamás le había contado esto a nadie, es difícil socializar para mí. Me encierro mucho en la lectura y luego, imagino mi vida, esos finales alternativos... Imagino un nuevo comienzo donde encuentro a ese alguien que me haga reír, que bese mis cicatrices y me ayude, alguien que no me deje caer. Pero no creo que lo encuentre.
Oliver bajó sus brazos de la mesa.
—Me siento una mierda, mi única salida es la bebida. Siempre fui una mierda de persona, siempre. Es difícil encontrar a alguien que me entienda... si creyera en Dios diría que él te trajo hasta aquí solo para complacerme.
—Soy mas una obra de Satán que una de Dios.
Ambos rieron. Oliver observó fijo a Kyle.
—Algún día tendremos que salir, hablar fuera de este colegio. Tal vez a algún bar... pero tu debes estar conciente.
—Y tú sobrio.
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Decidí hacer un pequeño maratón, así que hoy subiré cuatro capítulos.
Este es el primero de la maratón y es bastante corto, lo sé, pero los demás serán más largos.
Gracias por leer, voten, comenten, etc.
GRACIAS
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Don't Let Me Drown (Oliver Sykes)
FanfictionÉl un alcohólico. Ella una drogadicta. Ambos se dieron una oportunidad y no dejarán que el otro vuelva a caer.