[ CONVERSE HIGH ] ♡ j.j.k > k.t.h ♡

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─Tú sabes que puedo verte ¿no?─ El chico de cabellos naranjas se sobresaltó, volviendo a ocultarse a toda velocidad tras el árbol.  ─sal de ahí anda.

"Fantástico. Muy bien hecho Jimin, eres un idiota"─ se reprendió internamente, saliendo de su escondite con las mejillas sonrojadas.

─Lo lamento hyung, no quería...in-interrumpirte.

Jungkook sonrío, despeinandole el cabello una vez que el menor se encontró lo bastante cerca de él.

─¿Interrumpirme? ¿de qué estás hablando? Ésta es nuestra hora ¿no es cierto? Deja de ser tan tonto y prepárate para que te patee el trasero.

El azabache hecho a correr con el balón, y Jimin corrió tras el sin poder contener una sonrisa.

Lo estaba tratando con normalidad, como si nada hubiera pasado entre ellos; cosa que el peli naranja agradeció infinitamente, pues había estado evitándole la semana entera a causa de la vergüenza que aún lo invadía con solo verle, pero era jueves, justo la hora libre en la que los horarios de ambos chicos coincidían, la hora en que se veían, sin falta, para jugar baloncesto en aquella misma cancha en la que se habían conocido.

No tenía excusas, ninguna le parecía lo suficientemente válida ni lo hacía sentir menos estupido. La realidad era que no sabía que había pasado con él aquella tarde de sábado.

<<Eres lindo, fue divertido, pero no puedo continuar con esto por más tiempo.
Me he enamorado de alguien más>>

Esas habían sido las exactas palabras que el chico, con el que había estado saliendo por un par meses, había enviado en un simple y cómodo mensaje de texto, antes de proceder a bloquearlo de sus contactos. Así, sin más explicación y sin permitirle argumentar cualquier cosa.

Había terminado ─casi de forma inconsciente─ tocando la puerta de el peli negro deshaciéndose en lágrimas. Jungkook se había sentado junto a él, abrazándole tiernamente, prometiendo que todo estaría bien, acariciando su espalda y susurrando en su oído que era un chico realmente precioso.
Jimin sabía que su hyung no era enteramente gay, lo sabía, y sin embargo se había encontrado a sí mismo tirando de él para acercarlo por medio de su ropa, posando con un movimiento sus labios sobre los del mayor.

Jungkook se tensó, congelándose por un momento, más no lo apartó, sabía que su amigo lo necesitaba y que aquello no era más que un efecto de todo el dolor y rechazo que el menor estaba sintiendo, así  que acepto el  beso. Movió sus labios de forma suave y cuidadosa, tomándole por las mejillas, enjuagando con sus pulgares las lágrimas amargas.

Una vez que Jimin despertó de su estupor, el peso de la situación cayó sobre él como una tonelada de ladrillos. Se disculpó un millón de veces y el azabache lo perdonó todas y cada una de ellas restándole importancia y aún así, el peli naranja había estado a punto de quebrantar su tradición debido a la vergüenza que sentía y lo confundido que estaba.
Jungkook era su mejor amigo, pero no había para él más que amor fraternal en su corazón, de eso estaba seguro.

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