Lounk: Ciudad industrial

Tierra

Nota del autor: Generalmente las canciones que pongo son porque en una parte específica me ayudaron mucho a inspirarme, así que la canción que he puesto aquí es para la parte de acción. Creo que sería muy bueno que la escucharan para que sientan más el momento XD de igual manera, marcare con un * la parte donde empieza la canción para que ahí le den "play."

— ¡Las sabanas! Están manchadas ¡Ayúdame a quitarlas!— Sin pensarlo dos veces, ambos comenzaron a quitar la sabanas rápidamente y entonces notaron otro problema...el vestido de la joven estaba manchado.

—Desvístete.

— ¿Perdona? —Soltó Vanessa molesta.

—Tu vestido está lleno de sangre... dudo que tu "Nana" crea que es solo tu periodo.

— ¿¡Qué!? ¿Cómo osas hablar sobre eso frente a una mujer? ¡Eso es grosero! Esos temas no deben ser tocados por hombres y menos por barbaros como tú.

— ¿Es enserio? Siendo así... no debes tener idea de cómo se hacen los bebes ¿Verdad?

— ¿¡Te atreves a llamarme estúpida!? —Grito enfurecida.

—Ya, ya, ya, yo solo decía... tranquilízate. —Se escudó el muchacho al ver la horrible reacción de ella.

— ¡No me digas el cómo...!

—Señorita Vanessa ¿Ya está despierta? —Se escuchó la voz de la mujer por el pasillo, interrumpiendo a la chica.

—De acuerdo, me quito el vestido. —Soltó alarmada. —Pe...pe...pero no puedo sola. —Iren suspiro cansado y dejo las sabanas en la cama.

—A ver, te ayudo. —Dijo al momento de acercarse a ella.

— ¡Ni hablar! —Se quejó la muchacha, mientras se alejaba de él. —No dejare que un bruto como tú, me toque.

—Eres algo pesada ¿Te lo han dicho? —Vanessa quiso hablar pero esta vez aquel sujeto había dado justo en el clavo.

Mucha gente la consideraba alguien pesada y de mal carácter por lo que no solía hablar mucho con las personas y prácticamente no tenía amigos. Aquel carácter no era bien visto en una mujer.

Iren noto el repentino silencio de la muchacha.

— ¿Pasa algo?

—Solo ayúdame a quitar esto. —Dijo con voz suave. Sin pensarlo dos veces, el joven se acercó a la muchacha para ayudarla. —Mira el vestido va por capaz, primero me tienes que ayudar con el vestido, después con el fondo, luego el corset y para hacerlo tienes que quitarle el nudo y... —Antes de que la pobre castaña pudiera terminar de dictar las instrucciones; Iren ya había tomado el vestido por atrás y con gran fuerza tiro de este para romper todos los hilos que apretaban a este. Vanessa soltó un gritillo.

—Listo.

— ¿Qué te sucede? —Dijo sin poder creerlo aun.

—Vamos, quítatelo.

—No frente a ti. —Iren suspiro cansado. —Ya me dijiste que no te lo puedes quitar sola, así que déjame ayudarte.

— ¡No!

—Señorita Vanessa ¿Está bien? Ya voy para allá. —Ambos se comenzaron a ponerse más nerviosos.

— ¡Quítatelo!

— ¡No!

—Vamos solo déjate la ropa interior puesta.

— ¡Cerdo!